Vecinos de Playa Chica y Playa Grande denuncian a la desarrolladora Life por avanzar sobre un monte nativo y le exigen al presidente comunal de General Lagos, Esteban Ferri que presenten el estudio de impacto ambiental.
El reclamo no es nuevo. Vecinos de los barrios estherinos de Playa Chica y Playa Grande vienen denunciando la destrucción de un monte nativo por parte de la desarrolladora Life que impulsa en el lugar un mega-proyecto inmobiliario presentado formalmente por la comuna de General Lagos el año pasado, y que consiste en un emprendimiento de 250 hectáreas donde habrá de todo: barrios abiertos, cerrados, condominios, hotelería, mercado, escuela, atención médica, gastronomía, guardería náutica.
El avance de las obras en el límite de la localidad con General Lagos, volvió a encender el alerta de los vecinos de los barrios Playa Chica y Playa Grande para evitar el desmonte de una barrera verde que se fue formando por años al amparo de los lugareños contra la producción agropecuaria que utiliza agrotóxicos.
En comunicación con Maria Cristina, expresó a Radio Enlace que los vecinos nuevamente se están organizando para defender el hábitat natural del lugar en contra de los negocios inmobiliarios. Por este motivo es que exigieron al presidente comunal de General Lagos, Esteban Ferri, la presentación de los estudios de impacto ambiental, requisito que debe cumplir cualquier desarrolladora para urbanizar tierras.
“No estamos luchando solamente por los vecinos de Pueblo Esther. A los vecinos de General Lagos les están perturbando la vida. Hay un grupo de vecinos que vive en el límite norte, a los que le han cerrado las calles y tienen problemas de abastecimiento de agua. Hay niños que no pueden trasladarse a las escuelas donde asisten por este problema. Es decir, hay un montón de cosas que están afectando gravemente su vida diaria.
Con respecto a nosotros, Playa Chica y Playa Grande limita con este emprendimiento. Nos separa una calle. Estos dos barrios nuestros, está sobre una hondonada y se hizo un zanjón aliviador que va directo al río. Pero lo hicieron mal porque los niveles están mal hecho. Y en el barrio hubo varias inundaciones. A pesar de que estamos a una cuadra del río y de la barranca, no inundamos. Y el agua mayormente venía del terreno donde ahora se está construyendo un barrio privado.
Esta empresa está trabajando aceleradamente. Van a construir un barrio privado que va a tener shopping, escuelas, bueno, infinidad de cosas. Pero lo más preocupante es que va a tener un lago artificial con una isla en su interior. Y el año pasado, cuando bajó los niveles del río Paraná, nosotros nos quedamos sin agua. Entonces nos preguntamos: ¿dónde van a sacar el agua para el lago artificial?
Bueno, las respuestas o no existen o son diversas, porque si sacan de las napas subterráneas, que va a ser lo más probable, ¿qué va a pasar con nosotros?” explicó el motivo por el cual se están organizando para exigir a las autoridades comunales de General Lagos que se contemple el impacto que tendrá para los barrios un proyecto de esa envergadura.
María Cristina denunció que la desarrolladora está interviniendo la barranca con maquinaria pesada sobre la zona del humedal del río Paraná para construir una guardería náutica: “acá hay un montón de disposiciones que están violando. Nosotros sabemos que en el Código Civil hay disposiciones que se refieren al Camino de Sirga y que deben dejar de 15 metros en la orilla de un río navegable; y que además es propiedad de dominio de la Nación. Pues resulta que acá, y en Pueblo Esther también, los propietarios ribereños se adueñaron de su porcioncita de río, tienen embarcaderos, hay edificaciones, las areneras. Esto es un problema muy general”.
Si bien existen leyes vigentes que protegen el ambiente en su conjunto, la agresión constante con fines comerciales no cesa. El avance inexorable de los privados que solo buscan generar buenos negocios a costa de la destrucción del hábitat natural de bosques nativos y humedales, es una problemática regional, que persiste bajo el nulo control de los estados municipales.
“Tuvimos una reunión con Esteban Ferri y le exigimos los permisos que tiene la empresa para avanzar con las obras con las que está avanzando. Por ejemplo, el estudio de impacto ambiental es uno de ellos. O el plan de manejo de suelo. Y Ferri nos manifiesta que no sabe si los tienen. Pero cuando la firma viene con la topadora y talan árboles centenarios, dicen que están autorizados. Y cuando les exigimos que nos lo muestren; resulta que tienen permiso para desmalezar pero no para talar” denunció
Esteban Ferri se comprometió a organizar un nuevo encuentro con representantes de la desarrolladora inmobiliaria para que puedan explicar la planificación proyectada en el lugar y esclarecer las dudas de los vecinos.
Mientras tanto, María Cristina expresó firmemente su decisión y la del resto de los vecinos de seguir luchando en proteger el hábitat natural del lugar: “esto es tierra de nadie porque nadie nos da respuestas. Estamos indefensos pero no nos vamos a mover de nuestra posición. Hay que protestar, hay que tratar de hacer lo máximo posible para que realmente podamos vivir en paz. Ese es nuestro objetivo” concluyó.