“El sistema de créditos acorta carreras y abre la puerta a la privatización”

Mercedes Quiroga, estudiante de Ciencias Políticas e integrante de la agrupación AIRE, analizó el impacto del nuevo Sistema Argentino de Créditos Académicos y advirtió que se trata de una reforma encubierta que afectará a estudiantes y docentes. También cuestionó los recortes en la universidad pública y el riesgo de financiamiento privado en la UNR.

La implementación del Sistema Argentino de Créditos Académicos Universitarios, impulsado por el gobierno de Javier Milei, encendió las alarmas en el movimiento estudiantil. Desde la agrupación AIRE (Articulación Independiente Regional Estudiantil), con presencia en distintas facultades de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), advierten que esta medida forma parte de una reforma estructural que “acorta carreras, recorta contenidos y precariza la tarea docente”.

En diálogo con este medio, Mercedes Quiroga, estudiante de la Facultad de Ciencias Políticas e integrante de AIRE, explicó que el tema se debatirá en una jornada abierta en la Facultad de Humanidades y Artes, con la participación de la docente platense Carolina Mamblona, especialista en la cuestión.

“Este sistema estandariza los tiempos de estudio, recorta contenidos y busca ajustar nuestras carreras a las necesidades del mercado, no a las demandas académicas ni sociales”, señaló Mercedes. Según detalló, la reforma se completa con otras dos medidas: la virtualización forzada y un decreto de aseguramiento de calidad que “deja de lado los criterios académicos para definir qué debe enseñar la universidad y los reemplaza por lo que piden las empresas”.

El nuevo esquema prevé que cada carrera tenga un máximo de 60 créditos por año, que combinan horas pedagógicas con tiempo de estudio autónomo de los estudiantes. “La pregunta es cómo se estandariza ese tiempo, cuando todos tenemos realidades distintas. Algunos trabajan, otros no. Nadie aprende de la misma manera”, cuestionó la referente estudiantil.

La obligatoriedad del sistema comenzará en 2027 y, según Mercedes, “implicará la adecuación de todos los planes de estudio, recortando la duración de las carreras de 2600 horas a un máximo de 2100”. A su entender, no se trata solo de una cuestión técnica: “Es un recorte que también constituye una reforma laboral encubierta para los docentes universitarios”.

Un panorama de recortes y renuncias

La militante de AIRE también se refirió al contexto general que atraviesa la universidad pública en medio del ajuste nacional. “Venimos de un 2023 con grandes movilizaciones, pero hoy vivimos una situación rara: parece que no pasa nada, pero está pasando todo al mismo tiempo. Los docentes están muy afectados y muchos se ven obligados a dejar la universidad para buscar ingresos en el sector privado”, describió.

Según el gremio COAD, cada vez son más los profesores —sobre todo en carreras de ciencias exactas y biológicas— que renuncian a sus cátedras por no poder sostener a sus familias con su salario. “En Ciencias Sociales la situación es menos extrema, pero también se sienten los efectos: hay docentes con cargos simples que dependen del CONICET y hoy están en riesgo por los recortes en becas y proyectos”, agregó Quiroga.

Riesgo de privatización encubierta

Otro punto de preocupación que planteó la dirigente estudiantil es la decisión del rector de la UNR, Franco Bartolacci, de habilitar un sistema de aportes voluntarios de graduados y empresas privadas para financiar equipamiento, infraestructura y actividades académicas.

“Esto es el comienzo de una privatización implícita de la universidad pública. No sabemos qué incidencia podrían tener esos aportes en los planes de estudio o en la vida académica. Es un modelo importado de las universidades norteamericanas, donde los donantes terminan condicionando las decisiones”, alertó.

En ese sentido, cuestionó que no se destinen esos fondos a políticas de bienestar estudiantil. “Hoy la UNR tiene más de 80.000 estudiantes y apenas 900 becas. Los comedores no dan abasto y la deserción es altísima. Sin embargo, se busca financiamiento para edificios o eventos, mientras faltan políticas básicas para garantizar que podamos estudiar”, remarcó.

Una convocatoria al debate

Para la agrupación AIRE, la discusión sobre el sistema de créditos excede lo técnico y requiere un debate profundo sobre el rol de la universidad pública. “El mayor desafío es que los estudiantes y docentes podamos organizarnos y dar esta pelea. La transparencia, la calidad educativa y la democratización del conocimiento no se logran con recortes ni con privatización, sino con participación y compromiso social”, concluyó.

La jornada de debate se realizará este miércoles a las 15 horas en la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR, y contará con la presencia de referentes académicos y organizaciones estudiantiles.

Nota completa: