“Cada minuto sin RCP reduce un 10% la posibilidad de sobrevivir”

En diálogo con la columna de salud del Dr. Juan Carlos Singereisky, el instructor universitario Alexis Primoletti, certificado por la Federación Argentina de Cardiología y la Facultad de Ciencias Médicas, explicó la importancia de que toda la comunidad se capacite en reanimación cardiopulmonar (RCP) y el uso del desfibrilador. Además, compartió la experiencia de San Genaro, donde lograron aprobar una ordenanza para declarar a la ciudad como cardioprotegida.

En la última edición de la columna de salud de Radio Enlace, Alexis Primoletti, instructor universitario certificado por la Federación Argentina de Cardiología y la Facultad de Ciencias Médicas, fue categórico: “Por cada minuto que pasa que no masajeamos un corazón que está en paro cardíaco, se pierde un 10% de posibilidades de sobrevida en esa persona”. Su mensaje apuntó a romper mitos y subrayar la necesidad de que no sólo los profesionales de la salud, sino también la comunidad, esté capacitada para responder de manera inmediata frente a una emergencia.

El especialista explicó que, ante un paro cardíaco, la urgencia no puede esperar a la llegada de un servicio de emergencia, que en el mejor de los casos tarda entre 10 y 15 minutos. “Si nosotros no estamos capacitados en RCP como comunidad, las posibilidades de sobrevida de esa persona son totalmente nulas”, afirmó.

Primoletti remarcó que la técnica básica de RCP no es compleja y puede aprenderse con pocas horas de capacitación. “Lo primero que debemos hacer es verificar si la persona responde y respira. Si no lo hace, activamos el sistema de emergencia y comenzamos a comprimir fuerte y rápido en el centro del pecho. Es un masaje que suple de forma manual la función del corazón para que siga circulando oxígeno hasta que llegue ayuda”, detalló.

Uno de los puntos centrales de la entrevista fue la importancia de difundir el uso del desfibrilador externo automático (DEA). “Existe un mito de que sólo lo pueden usar médicos, pero cualquier persona que haya recibido una capacitación mínima está en condiciones de hacerlo. El DEA guía paso a paso al reanimador, indicando cuándo parar y cuándo seguir masajeando”, aclaró. Y agregó: “Es un aparato seguro que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, porque en la mayoría de los paros cardíacos lo que falla es la actividad eléctrica del corazón, y el desfibrilador es el único que puede corregirla”.

El instructor también se refirió a su experiencia en San Genaro, donde junto al médico director del hospital local impulsaron una ordenanza que convirtió a la ciudad en cardioprotegida. “Se votó por unanimidad y hoy es obligatorio que las escuelas, los profesores y los alumnos estén capacitados, además de que todas las instituciones cuenten con desfibrilador. Estamos capacitando por etapas: primero a quienes trabajan en lugares de mayor concurrencia, luego a los clubes y más adelante a los comercios”, explicó.

Además de la RCP, destacó la necesidad de incluir capacitaciones sobre maniobras de desobstrucción de vías aéreas, como la atención del atragantamiento, especialmente en instituciones educativas. “Lo que buscamos es que la gente se apropie de su cuidado y se empodere, porque todos podemos salvar una vida con herramientas sencillas”, sostuvo.

En el tramo final de la entrevista, Primoletti fue consultado sobre el estado actual de la salud pública y la educación. “Hoy la salud pública está en una situación muy complicada y para los profesionales de la salud, más aún. Nosotros tratamos de generar conciencia desde adentro, porque la salud pública es la que nos permite dar estas capacitaciones gratuitas y debería ser un derecho garantizado para todos”, reflexionó.

Su mensaje final fue un llamado a la acción colectiva: “Se convierte en sistema de emergencia la comunidad. Es la gente la que tiene que estar preparada, porque los primeros minutos son clave y ahí no va a estar el médico ni la ambulancia, vamos a estar nosotros”.

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