Trump, Netanyahu y Milei bajo la lupa: tensiones globales y resistencias locales en la ONU

En su columna de política internacional, Adriana “La Tana” Rossi analizó los discursos en Naciones Unidas, el conflicto en Medio Oriente y el impacto de las políticas estadounidenses en América Latina y Europa.

La reciente Asamblea de Naciones Unidas volvió a poner en escena los debates más álgidos de la política internacional. Adriana “La Tana” Rossi señaló que uno de los discursos que más controversia generó fue el de Donald Trump, quien “pidió el premio Nobel de la Paz por haber terminado guerras que en realidad siguen activas”. Según la analista, distintos medios, incluso de línea conservadora, “desmintieron sus afirmaciones, confirmando que los conflictos permanecen abiertos”.

En paralelo, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu defendió su ofensiva en Gaza. Rossi recordó que “Netanyahu dijo que iba hasta el final, que había que eliminar a Hamas, lo que implica ocupar toda la Franja de Gaza”. Sin embargo, el panorama internacional no le fue favorable: más de 140 países de los 193 miembros de la ONU votaron a favor del reconocimiento del Estado palestino, un hecho que la columnista describió como “un cachetazo terrible no solo a Netanyahu, también a Trump”.

La situación se tensionó aún más cuando delegaciones enteras abandonaron la sala durante la exposición del mandatario israelí. “Le vaciaron la sala, un gesto político clarísimo de rechazo”, apuntó Rossi. La propia figura de Javier Milei también quedó expuesta: “Milei habló en una sala prácticamente vacía. No es que se fueron, directamente no fueron a escucharlo”.

La columnista también destacó la intervención del presidente colombiano Gustavo Petro, a quien definió como “durísimo, pero apegado a la realidad”. Petro denunció que el narcotráfico no se concentra en su país, sino que “los grandes jefes están en Miami, cerca de la mansión de Trump”. Además, reveló que barcos hundidos por Estados Unidos no pertenecían a cárteles sino a pescadores de la isla Tobago, un hecho silenciado en la prensa internacional.

Otro de los ejes fue la “Flotilla Sumut”, un convoy de más de 50 barcos con ayuda humanitaria para Gaza. Rossi explicó que Israel busca bloquear el ingreso y que el nombre de la flotilla, Sumut, “significa resistencia, seguir y no renunciar, y toma como símbolo el olivo, la fuerza que nace de la tierra”. Países como Italia y España movilizaron buques de guerra para acompañar el trayecto, mientras trabajadores portuarios en Italia bloquearon cargamentos de armas destinados a Israel.

Europa, en tanto, atraviesa dificultades crecientes: “Los drones han paralizado aeropuertos en Dinamarca y Países Bajos, y nadie sabe quién los envía. Los europeos deciden gastar más en defensa, mientras Estados Unidos les impone aranceles del 15% y ellos no pueden hacer lo mismo”, explicó Rossi, señalando también la baja en la producción de medicamentos y la pérdida de competitividad industrial.

En medio de este tablero, la política estadounidense hacia América Latina volvió a aparecer. Rossi subrayó que Trump sorprendió al destacar a Lula da Silva como referente económico regional, en un giro que busca moderar tensiones con Brasil, integrante del bloque BRICS. “Trump intentó poner paños fríos porque Lula respondió con dureza ante la amenaza de aranceles a los productos brasileños”, comentó.

Por último, la analista remarcó las diferencias entre las derechas que hoy disputan poder en el mundo. Mientras Trump y Milei apuestan a una agenda alineada con Washington e Israel, la italiana Giorgia Meloni, aunque de perfil ultraconservador, “debe convivir con el resto de Europa y mantener un margen de autonomía frente a Estados Unidos”.

La escena internacional, marcada por conflictos abiertos y gestos de resistencia diplomática, muestra que las alianzas globales se reconfiguran a un ritmo acelerado. En ese tablero, las disputas por Gaza, Ucrania y América Latina siguen marcando la agenda de las potencias.

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