Pueblo Esther tendrá este sábado una propuesta distinta en pleno centro comercial: el dúo Chicharra —integrado por Santiago y Gastón— encabezará la primera intervención del ciclo “Ecos”, un proyecto artístico-cultural que busca recuperar el espacio público, fortalecer la identidad local y generar un puente real entre artistas y comercios de la ciudad. La presentación será este sábado a las 11 de la mañana en Galería Casa Flor, ubicada en la colectora J. B. Alberdi, entre el Banco Santa Fe y la tradicional heladería.
La iniciativa surge en un contexto donde, según los músicos, la escena artística regional enfrenta “una situación muy difícil”, marcada por la falta de políticas culturales sostenidas y por un mercado laboral cada vez más desigual. En ese marco, Ecos se propone como una alternativa comunitaria: música en vivo, intervenciones breves, formato acústico y la posibilidad de acompañar a los artistas “a la gorra”, con total libertad para el público.
Un ciclo nacido desde la reflexión y la necesidad
Durante la entrevista en Radio Enlace, los integrantes del dúo explicaron que la propuesta se gestó a partir de un trabajo conjunto con los comerciantes de la zona céntrica de Pueblo Esther.
“La idea es apropiarnos un poco del espacio público y hacer un ciclo de música que se llama Ecos, y esta va a ser la primera presentación”, explicaron. Señalaron además que viene de una reflexión más amplia sobre el rol de los artistas en los pueblos de la región: “Hay muchos artistas en Pueblo Esther y a lo mejor este es un punto nuevo para empezar a convivir con los comerciantes y sobrellevar la situación económica que nos atraviesa”.
El proyecto, detallado en el documento presentado por los músicos, plantea generar actividades musicales durante los atardeceres de noviembre y diciembre, acompañando el movimiento comercial propio de fin de año. El ciclo está diseñado como un proyecto abierto, que pueda ampliarse a otras disciplinas como circo, artes visuales o exposiciones.
Un centro comercial que late al ritmo de la música local
Para esta primera fecha, Chicharra ofrecerá un formato íntimo y acústico. “Hacemos música del litoral, cumbia, música instrumental y también canciones con letra. Seguimos construyendo repertorio, jugando con lo que vamos creando”, contaron.
Al igual que cuando han tocado en Rosario, aseguran que el desafío es captar la atención del público que transita. “En la peatonal de Rosario la gente camina sin mirarte, por eso el desafío también es ver qué pasa acá con la gente del pueblo, cómo repercute”.
La actividad será a la gorra, una modalidad que permite que los vecinos puedan colaborar sin un costo fijo de entrada. “Los artistas también son trabajadores, viven de esto. Lo hacen por gusto y por compromiso, pero también para poder sostenerse”, remarcaron.
La cultura en tiempos difíciles
Consultados sobre el contexto actual para los trabajadores de la cultura, fueron sinceros: “La situación es muy complicada. Lo primero que se recorta en los municipios y comunas son las áreas culturales”. A esto se suma —expresaron— que Rosario, pese a su cercanía, hoy está saturada de actividades por su tricentenario, lo que complica aún más la visibilidad de los artistas emergentes.
Santiago reflexionó sobre los desafíos estructurales: “Hay un interés de que todos participen, pero muchas veces falta organización”. Gastón agregó un elemento central: el debate sobre la identidad cultural. “Hay que revisar el concepto de identidad, escucharnos más. Murray Shaffer hablaba de escuchar el alrededor: grillos, pájaros, cumbia, chamamé… eso también es identidad”.
Sobre esta idea de escucha profunda se sostiene Ecos: un ciclo que invita a reconocer lo que suena en Pueblo Esther, lo que produce su comunidad.
Un reclamo histórico: el lugar de los artistas locales
Los músicos señalaron que la falta de espacios para artistas locales es un problema que atraviesa a todos los pueblos de la región. “Siempre se da esa discusión sobre por qué llaman a tal artista de afuera y qué pasa con los locales”. También llamaron a una reflexión interna dentro de los propios colectivos artísticos: “Si te invitan a tocar en un lugar donde hay artistas locales que no tienen oportunidades, hay que observar la situación y ser solidario. No es solo armar y tocar”.
En esa misma línea, los músicos marcaron una diferencia estructural que suele pasar inadvertida cuando se comparan los circuitos independientes con la industria musical masiva. “Paco Amoroso y Catriel dijeron en los premios Grammy que ellos tienen una empresa; nosotros tenemos una cooperativa”, señalaron, para explicar que detrás de muchos fenómenos artísticos que parecen “nacidos de la nada” existe en realidad un despliegue empresarial profesionalizado, con equipos de marketing, producción, management y financiamiento muy superiores a los recursos con los que cuentan los artistas de los pueblos. “Por eso no se puede medir con la misma vara”, agregaron, invitando a valorar el esfuerzo local y a comprender que el trabajo cultural independiente se sostiene con autogestión, solidaridad y organización comunitaria.
Ecos: una propuesta comunitaria
El proyecto presentado en PDF por los músicos plantea una dinámica sencilla y efectiva:
- Música acústica en vivo.
- Intervenciones breves y programadas.
- Actividad a la gorra.
- Coordinación entre artistas y comercios.
- Espacio inicial: Galería Casa Flor, pero con posibilidad de replicarse en otros puntos de la ciudad.
Además de Chicharra, el ciclo contempla la participación del Dúo Mediterráneo y otras disciplinas que podrán incorporarse más adelante.
Un cierre musical para empezar a construir futuro
La entrevista terminó —como debía— con música en vivo. Chicharra interpretó un fragmento de “La Novita de Cristal”, de Aníbal Sampayo, apelando nuevamente al río y a la identidad que atraviesa a la región. “Hablando de identidades”, dijeron, con esa claridad que sostiene todo el proyecto.
El sábado será el comienzo de algo más grande: un ciclo que busca recuperar la cultura como punto de encuentro y darle un lugar real, digno y visible a los artistas locales —esos que, como dijeron, construyen desde cero, con esfuerzo, creatividad y arraigo.