En la antesala de la semifinal de vuelta del Torneo Clausura de la Liga Regional del Sud, el entrenador de la Reserva de Arroyo Seco Athletic Club, Martín Valentini, habló en profundidad sobre el presente del equipo, el desgaste del plantel juvenil, la preparación para el duelo decisivo ante Empalme Central y su extenso recorrido en el fútbol regional. También se refirió a su paso por Cajú, su formación en distintos clubes de la zona y el compromiso que observa —y a veces extraña— en las instituciones deportivas locales.
Martín Valentini, quien lleva tres años en ASAC y atraviesa su segundo ciclo como entrenador de la categoría, reconoció la magnitud del desafío: “Hace más de 20 años que la reserva no sale campeona. Desde el año pasado, cuando me tocó dirigirla a mí, venimos trabajando con esa ilusión. Tuvimos muy buenos resultados y este semestre estamos otra vez en semifinales”.
Un plantel agotado pero mentalmente firme
La reserva de ASAC viene de una llave agónica ante Atlético Empalme, donde el equipo había llegado con un 2 a 0 favorable de visitante y ventaja deportiva. Sin embargo, el partido de vuelta se complicó rápido: “A los 10 minutos ya íbamos perdiendo 1 a 0, a los 20 nos quedamos con un jugador menos y además se lesionó el central. En diez minutos nos quedamos sin los dos centrales”, relató Valentini.
A eso se sumó un tiempo adicional llamativamente extenso —“nos dan siete minutos de descuento”— en el que llegó el 2 a 0 de Empalme. “Nos fuimos al vestuario con un montón de sensaciones. Los chicos habían hecho un partidazo tremendo”, dijo.
En el entretiempo, el mensaje fue claro: “No desesperarse. Ellos todavía tenían que hacer un gol más porque con la ventaja deportiva pasábamos nosotros”. La arenga funcionó: ASAC logró el 2-1, luego el 2-2 y avanzó de fase.
Una semifinal caliente y un arbitraje polémico
El martes pasado se jugó la semifinal de ida ante Empalme Central. El partido estaba controlado y ASAC ganaba 1 a 0, hasta que llegó una jugada determinante: “No nos dan un penal que lo vio todo el mundo menos el árbitro. Con ese penal el partido cambiaba rotundamente”. Minutos después llegó el empate tras un tiro libre polémico. “Cobró un foul que no fue. Ya veníamos cargando con lo del penal del partido anterior”.
El resultado final fue 2 a 1 para Empalme Central, pero el ánimo del plantel se mantuvo firme: “Terminaron enteros, alentándose entre ellos. Saben que quedan 90 minutos y que en el fútbol la pelota pega en el palo y entra o pega en el palo y sale”.
Un calendario que exige y un esfuerzo que no se ve
“Muchos chicos juegan sábado y domingo en su categoría”, explicó Valentini. Algunos incluso llegan a disputar tres partidos en un fin de semana. El cansancio es enorme: “A esta altura del año se les hace muy difícil llegar”.
La semifinal se juega este viernes a las 20 horas en Arroyo Seco, y el DT confía en que habrá un marco multitudinario: “Lo del público es terrible. El martes en Empalme la gente explotó la cancha y lo del viernes va a ser impresionante. La gente apoya en todo sentido”.
Su mirada sobre Cajú y el rol de la comunidad
Consultado por su paso por Cajú, Valentini fue sincero: “La gente trabaja como loca, pero falta apoyo. Siempre la misma gente hace todo”. Y agregó: “Tenemos un solo club y hay que comprometerse más. El club necesita de todos”.
Comparó además la realidad local con la demanda que imponen clubes y proyectos de ciudades vecinas: “Hay una cantidad enorme de chicos de Pueblo Esther jugando en Unión, Talleres y Athletic. Y ahora Libertad con San José también va a captar muchos jugadores”.
Incluso habló del impacto que tiene Leones, el proyecto asociado al nombre de Lionel Messi: “Los chicos de 10 años ven que todos sus compañeritos van ahí. Es difícil competir con eso”.
La necesidad de entrenar: el fútbol ya no es solo talento
Valentini subrayó un cambio irreversible: “Hoy solamente jugar bien no alcanza. Tenés que correr por lo menos 60 o 70 minutos”. En ASAC, los juveniles entrenan cuatro veces por semana: gimnasio, físico y un día de pelota.
En ese contexto, elogió el trabajo del club y la calidad futbolística de muchos jóvenes de la región, pero advirtió: “Hay chicos que saben que son buenos y por eso entrenan poco. Así no se puede competir en ninguna liga”.
La confianza intacta y la ilusión compartida
A horas del duelo decisivo, Valentini valoró el apoyo de la comunidad y el compromiso del plantel: “Los mensajes de aliento hacia nosotros y hacia los chicos son impresionantes. Te dan una fuerza terrible”.
Y cerró con una convicción:
“Vamos por todo. Queremos darle una alegría a la gente y a nosotros mismos después de un año muy difícil. El objetivo es claro: llegar a la final”.