En su columna de política internacional, la analista Adriana Rossi analizó las nuevas formas de dominación económica y militar sobre América Latina, el rol de Estados Unidos en la región y la creciente dependencia financiera de la Argentina.
La politóloga Adriana “La Tana” Rossi aseguró que América Latina atraviesa un proceso de “segunda colonización”, distinto al del siglo XVI pero con la misma lógica de dominación. Según explicó, “ya no llegan barcos españoles, llegan barcos financieros”, en referencia al poder económico y geopolítico que hoy ejercen Estados Unidos y las potencias occidentales sobre el continente.
Rossi afirmó que Estados Unidos mantiene una política histórica de apropiación del continente bajo la consigna “América para los americanos”, donde los “americanos” son exclusivamente los del norte. “Siempre hablaron de América como si fuera suya. Europa también contribuyó a esa idea: cuando dicen ‘americano’, se refieren a un estadounidense; a nosotros nos dicen latinos”, expresó.
La especialista señaló que la estrategia norteamericana combina presión militar, control económico y subordinación política. En el plano militar, mencionó las maniobras conjuntas entre los marines estadounidenses y las fuerzas de Trinidad y Tobago, que podrían derivar en una acción de fuerza contra Venezuela. “Ya hay buques destructores en el Caribe. No se sabe si habrá invasión, pero sí existe una política de hostigamiento permanente hacia Maduro”, explicó.
Rossi advirtió que algo similar ocurre con Colombia, donde el gobierno de Gustavo Petro enfrenta acusaciones infundadas por parte de sectores estadounidenses. “A Petro lo acusan de narcotraficante porque no destruye los cultivos de coca de manera violenta. Lo hace con desarrollo alternativo, ofreciendo otras salidas a los campesinos. Pero Washington no lo acepta y amenaza con cortar la ayuda financiera”, dijo.
La columnista recordó que la llamada “guerra contra las drogas”, iniciada en los años 80 durante el gobierno de Ronald Reagan, fracasó en sus objetivos y solo sirvió para militarizar la región. “Si el mercado sigue existiendo en Estados Unidos y Europa, la producción se traslada de un país a otro. No se atacan las causas: el consumo, la desigualdad y la crisis social. Se usan las drogas como excusa para intervenir y disciplinar políticamente a los países latinoamericanos”, sostuvo.
En su análisis, Rossi incluyó a la Argentina dentro de esta nueva lógica de subordinación económica. “Nos están comprando con deuda. Llegó al país una de las financieras más grandes del mundo, el grupo J.P. Morgan, justo antes de las elecciones. Te dan dinero, pero nada es gratis. Lo que se entrega a cambio son minerales, energía, agua y soberanía”, afirmó.
La especialista explicó que el país ocupa una posición geoestratégica clave entre el Atlántico y el Pacífico. “Desde el sur argentino se puede conectar ambos océanos. En el Atlántico está la base de la OTAN en Malvinas y, en el Pacífico, la vía de acceso a China. Por eso nuestra ubicación interesa tanto a las potencias”, señaló.
Rossi también se refirió al debate sobre el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y la posible salida del Mercosur impulsada por el actual gobierno argentino. “No hay garantías. Canadá, que tiene ese tratado, terminó perjudicada durante la gestión de Trump. Los tratados de libre comercio son herramientas de dominación económica”, sostuvo.
En su columna, la analista vinculó la economía ilegal del narcotráfico con el lavado de activos en América Latina, especialmente en la Argentina. “El narcotráfico se legitima de tres formas: económica, social y política. Acá también se lava dinero a través de inmobiliarias, concesionarias, hoteles y financieras. No es un problema ajeno, está entre nosotros”, advirtió.
Sobre el tema del consumo de drogas, Rossi hizo un repaso histórico de cómo Estados Unidos transformó el problema en un asunto de seguridad nacional. “En los años 50 era un tema de salud individual; en los 60, de salud pública; y en los 80, pasó a ser de seguridad nacional. A partir de ahí se justificaron intervenciones militares en América Latina”, explicó.
Finalmente, señaló que existen las llamadas “drogas de Estado”, utilizadas por gobiernos o servicios de inteligencia para debilitar movimientos sociales o disidentes. “En Vietnam, a los soldados se les daba heroína para soportar la guerra; en los Balcanes, cocaína para los francotiradores; en los barrios pobres de Buenos Aires, el paco cumple ese rol: desactivar la organización social”, expresó.
Rossi concluyó que el continente vive “una nueva conquista, con otras armas, pero con la misma lógica de dominación”. Y sintetizó: “Antes nos conquistaban con barcos; hoy nos compran con bancos. Las estrategias son dos: o se compra o se invade”.
