El Frente Amplio regresa al poder en Uruguay con Yamandú Orsi como presidente, marcando un giro hacia políticas inclusivas y distributivas. Acompañado por una vicepresidenta de extracción comunista, Orsi enfrenta el desafío de un Parlamento dividido y busca un enfoque democrático y conciliador para su mandato.
El reciente triunfo del Frente Amplio en Uruguay marcó un punto de inflexión en la política del país vecino. Yamandú Orsi, exintendente de Canelones, asumirá como presidente, rompiendo con la hegemonía montevideana en la máxima magistratura. Para Adriana Rossi, analista internacional, este cambio “responde a un claro deseo de la población de un modelo de gobierno más inclusivo y enfocado en las necesidades sociales”.
Adriana Rossi destacó que, aunque Orsi no logró imponerse en la primera vuelta, su victoria en el balotaje demuestra la fuerza del Frente Amplio como coalición. “Es interesante que Orsi venga del interior del país, lo que lo posiciona como una figura que entiende la realidad más allá de Montevideo, algo que podría marcar una nueva dinámica en la toma de decisiones”, afirmó.
El nuevo presidente tendrá una tarea compleja: lidiar con un Parlamento dividido, donde contará con mayoría en el Senado, pero no en la Cámara de Representantes. Para Adriana Rossi, este escenario “exigirá una habilidad de negociación significativa, algo en lo que Orsi ya ha demostrado destreza”. En ese sentido, resaltó la posibilidad de que se reedite el modelo de consejo ministerial colectivo implementado durante la gestión de Tabaré Vázquez. “Ese formato, más democrático y abierto, podría ser clave para generar consenso y gobernabilidad”, subrayó.
Respecto a las propuestas del nuevo gobierno, Rossi destacó que Orsi priorizará la redistribución de la riqueza, la protección social y el enfoque integral en la seguridad pública. “Hay sectores, especialmente la infancia, que requieren atención urgente. Esto muestra una agenda centrada en los problemas reales de la población, contrastando con las políticas neoliberales del gobierno saliente de Lacalle Pou”, analizó.
La vicepresidenta electa, Carolina Cosse, también aporta un matiz significativo a este gobierno, dado su pasado como intendenta de Montevideo y su afiliación al Partido Comunista. Rossi opinó que esta diversidad dentro del Frente Amplio es “una fortaleza y un desafío”. “El Frente Amplio es, como su nombre indica, una coalición amplia, con corrientes que no siempre están alineadas. Orsi deberá mediar entre estas posturas, pero su cercanía con figuras como José Mujica y su experiencia como gestor son señales positivas”, agregó.
Sobre la relación con Argentina y el recién electo presidente Javier Milei, Rossi demostró que, a pesar de las profundas diferencias ideológicas, ambos mandatarios buscarán mantener el diálogo. “Orsi ha dejado claro que la relación con Argentina es estratégica y que, más allá de las discrepancias, es necesario cooperar. Veremos cómo logran manejar esa dinámica tan contrastante”, concluyó.
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