Las concejalas izaron la bandera a media asta en el Paseo de la Virgen para visibilizar y concientizar sobre la problemática estructural de la violencia de género, en un año marcado por 276 feminidios en Argentina.
Esta mañana, las concejalas de Pueblo Esther realizaron un izamiento a media asta en el mástil del Paseo de la Virgen, en el marco de una iniciativa simbólica de visibilización y concientización frente a la violencia de género.
El acto, promovido por el bloque Juntos Avancemos y aprobado por unanimidad, busca que cada 25 de noviembre la ciudad reafirme su compromiso colectivo para erradicar la violencia hacia las mujeres y diversidades.
En lo que va de 2024, se registraron 276 feminidios en nuestro país, una cifra alarmante que evidencia la urgencia de profundizar las políticas públicas y la sensibilización para construir una sociedad más equitativa y libre de violencias.
“Esto no es solo un gesto, es un compromiso colectivo. Un recordatorio de que la violencia hacia las mujeres no es un problema aislado, sino una problemática estructural que afecta a nuestra sociedad en su conjunto. Estas vidas arrebatadas representan no solo dolor para sus familias, sino también una deuda pendiente de la justicia y el Estado para con nosotras”, expresó la presidenta del Concejo, Sandra Filippini .
Por su parte, la concejala Carina Cappelletti subrayó que esta acción simbólica busca abarcar “todo tipo de violencia, de abuso y de acoso hacia las mujeres y diversidades, no solo en la esfera doméstica, sino también en los espacios públicos”. Además, destacó : “Es una herramienta para visibilizar y trabajar juntos como sociedad. Cada 25, esta imagen debe recordarnos que el compromiso no es solo de las mujeres, sino de toda la comunidad. la sociedad”.
En el acto participó la presidenta del Concejo, Sandra Filippini ( Somos Pueblo Esther ), la vicepresidenta segunda, Kiney Compiano ( Unidos para Cambiar Santa Fe ), junto a las concejalas Carina Cappelletti ( Juntos Avancemos ) y Silvia Foix ( Somos Pueblo Esther ).
La actividad concluyó con una reflexión sobre la importancia de transformar este tipo de gestos simbólicos en acciones concretas que fortalecen la prevención, asistencia y justicia en casos de violencia de género.
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