La concejala Carina Cappelletti y una radiografía profunda de los desafíos urbanos, sociales y políticos de Pueblo Esther

En diálogo con Radio Enlace, la concejala Carina Cappelletti abordó los principales temas de agenda local: planificación urbana, acceso al río, obras en Ruta 21, tercerización de servicios, situación de la cooperativa local y una extensa crítica a la falta de respuestas del Ejecutivo. “No hay tiempo, esto se tenía que haber respondido ayer”, afirmó con claridad.

La concejala Carina Cappelletti no esquivó ninguno de los temas que hoy interpelan a la comunidad de Pueblo Esther. Desde los problemas de acceso al río hasta la caótica situación que genera la ampliación de la Ruta 21, pasando por el déficit de planificación urbana y el manejo cuestionado de la cooperativa local, Cappelletti construyó una intervención de fuerte contenido político, cargada de datos, posicionamientos y reclamos concretos al Ejecutivo.

La concejala comenzó abordando la última reunión de comisión del Concejo Deliberante, donde se discutieron proyectos urbanísticos pendientes de regularización. La discusión técnica derivó, naturalmente, en un análisis más estructural: la falta de planificación urbana integral en una ciudad que creció de manera fragmentada, a fuerza de excepciones, presiones inmobiliarias y decisiones aisladas. “Lo que hay que pensar hoy no es tanto qué ciudad queremos, sino qué hacemos con esta ciudad que ya tenemos”, explicó con claridad Cappelletti. Y no escatimó en su diagnóstico: “Nos quedan pocos espacios verdes, poco territorio. Hay que discutir qué modelo de ciudad construimos: una ciudad inclusiva y pública o una que privatiza sus recursos naturales más valiosos”.

El acceso al río fue uno de los ejes más sensibles. Lejos de posicionamientos simplistas, Cappelletti aclaró: “No estamos en contra del desarrollo privado, pero es el Estado quien debe regular para que esos emprendimientos no impidan el uso público del río. El Paraná no es de nadie en particular. Tiene que ser de todos y todas”.

Más adelante, el foco se centró en uno de los debates más complejos: la tercerización de servicios municipales a través de la cooperativa local, un mecanismo históricamente instalado que hoy exhibe fisuras. Cappelletti explicó que el modelo, que funcionó durante años mediante una única licitación anual y una sola cooperativa oferente, comenzó a mostrar fallas graves: caídas en la prestación de servicios, licitaciones anuladas por exceso de precios y falta de transparencia sobre la relación laboral de los trabajadores. “Desde diciembre vengo pidiendo informes. Las respuestas fueron escasas o nulas. La cooperativa funciona como tal, pero en los hechos todos sabemos que sus trabajadores están en condiciones precarias, sin estabilidad ni derechos garantizados”, afirmó.

La situación se torna aún más compleja cuando se observan las nuevas licitaciones emitidas por el Ejecutivo, que incluyen rubros como talleristas, asistentes sociales y personal de mantenimiento, funciones que históricamente formaron parte de la planta municipal. “Nos llama poderosamente la atención. Lo planteé en una minuta esta misma semana. Hay que clarificar con urgencia cuál va a ser el rumbo de esta gestión en relación a la tercerización de tareas que deberían estar bajo la órbita estatal”.

Y es que las deudas informativas del Ejecutivo no son nuevas. Cappelletti recordó que la Secretaría de Educación y Políticas Sociales nunca respondió correctamente a los pedidos de informes sobre las condiciones laborales del personal del Polideportivo o del Centro Cultural. “Después de cinco años de contratación como monotributistas, está claro que hay una relación laboral. ¿Por qué no se regulariza?”, preguntó con énfasis. “No hay tiempos. Esto se tenía que haber resuelto ayer”.

Sobre el funcionamiento de las áreas culturales y recreativas, la concejala tampoco fue condescendiente. Criticó la oferta actual de talleres del Centro Cultural, la desarticulación de la Escuela de Música y la pérdida de sistematicidad del Consejo de Niños y Niñas, herramienta fundamental para pensar la ciudad con una mirada inclusiva desde las infancias. “La pluralidad de instrumentos, el ensamble que existía, la potencia cultural que había, se ha venido abajo”, lamentó.

El último bloque de la entrevista fue tan sensible como urgente: la obra de ampliación de la Ruta 21, una intervención clave para la conectividad regional que, sin embargo, ha generado serios trastornos en los barrios cercanos, especialmente Cossoni, donde vecinos y vecinas advierten que están quedando virtualmente encerrados.

“No hay cruces seguros. No hay semáforos ni dársenas habilitadas. Pasan camiones a alta velocidad a toda hora. Ya tuvimos un accidente grave con dos niños heridos en bicicleta. ¿Vamos a esperar que pase otra tragedia?”, se preguntó la concejala. “Lo mínimo que puede hacer el municipio es implementar operativos de tránsito que garanticen cruces seguros, especialmente en las zonas de escuelas. No puede ser que en una ciudad con un crecimiento urbano desorganizado, ahora la obra pública también sea un factor de riesgo”.

Cappelletti insistió en que no hay información clara sobre el proyecto completo de la obra y que, pese a reiterados pedidos, el ECOM (Ente de Coordinación Metropolitana) nunca respondió al Concejo Deliberante. “No se puede gobernar sin diálogo, sin articulación, sin transparencia. Los vecinos tienen derecho a saber cómo van a ingresar o salir de sus casas, cómo cruzan sus hijos para ir a la escuela”.

En el tramo final, la concejala dejó una reflexión que sintetiza su mirada política: “No se trata de oponerse por oponerse. Se trata de gobernar con planificación, con sensibilidad social, con escucha activa. De hacer una ciudad más habitable para todos y todas. Eso no se logra con marketing ni con licitaciones mal hechas. Se logra con gestión, con Estado presente, con política pública”.

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