En la sesión preparatoria realizada el jueves, el Concejo Municipal de Pueblo Esther renovó sus autoridades para el período 2026. Sandra Filippini fue reelecta como presidenta del cuerpo, pero el proceso estuvo atravesado por un giro político inesperado: Unidos para Cambiar Santa Fe decidió romper el acuerdo que se había establecido días previos, alterando el escenario a minutos de comenzar la sesión y generando tensión entre los bloques.
Durante una entrevista radial con Enlace de Noticias, Sandra Filippini confirmó que hasta el jueves previo a la votación había un consenso claro entre los seis ediles. “Hablé con todos los concejales y todos estaban de acuerdo en que yo sea la presidenta”, afirmó. Según relató, incluso desde Unidos para Cambiar Santa Fe habían manifestado su apoyo: “Kiney me dijo: ‘me parece que tenés que ser vos porque lo venís haciendo bien’, y la verdad que lo agradecí”.
Sin embargo, el acuerdo incluía también la composición de las vicepresidencias. Filippini explicó que el espacio de Unidos reclamaba la vicepresidencia primera, pero aclaró que esa definición “no dependía de mí, sino del voto de los demás concejales”. En las conversaciones previas, la distribución había quedado cerrada: ella en la presidencia, Carina Cappelletti como vicepresidenta primera y Kiney Compiano como vicepresidenta segunda.
El quiebre del acuerdo, minutos antes de la sesión
Todo se modificó el mismo día de la votación. Filippini contó que, al llegar al Concejo y con vecinos esperando bajo el sol, se encontró con un mensaje enviado la noche anterior. Allí, Unidos para Cambiar Santa Fe comunicaba que desconocía el acuerdo alcanzado. “Me encontré con la noticia ahí, cuando ya estaba la gente presente”, relató.
El bloque conformado por Kiney Compiano y Claudio Cejas presentó un dictamen en minoría proponiendo como presidente a Claudio Cejas, lo que quebró la votación unánime que se preveía. A pesar de ello, Sandra Filippini retuvo los votos que habían sido acordados originalmente —Cappelletti, Singereisky y su propio voto—, mientras que Marcela Elena (LLA) se abstuvo y Unidos votó en contra.
La presidenta remarcó que incluso si hubiese habido un empate, la normativa electoral hubiese inclinado la balanza a su favor. “Si había empate, igual quedaba yo, porque soy la concejala que más votos obtuvo en su elección”, explicó, recordando que en 2023 había logrado 2007 votos, cifra superior a la obtenida por el concejal Claudio Cejas en las elecciones intermedias del 2025.
Un antecedente sobre gobernabilidad y consensos
Sandra Filippini sostuvo que su conducción se caracterizó por priorizar el diálogo y los acuerdos transversales. “Aun pudiendo usar el doble voto como presidenta, siempre traté de que haya consenso. Solo una vez tuve que usarlo, y fue por sorpresa”, señaló. También destacó que la práctica tradicional del Concejo es elegir a alguien con experiencia para la presidencia, algo que —según consideró— tampoco fue tenido en cuenta en el dictamen presentado por Unidos.
La edil también subrayó que en muchos municipios y en grandes ciudades como Rosario la presidencia suele recaer en alguien del mismo signo político que el intendente, tanto por funcionamiento administrativo como por sucesión institucional en caso de ausencia del jefe municipal.
Balance legislativo y expectativas para 2026
De cara al año legislativo que termina, Sandra Filippini describió un 2025 “ordenado y con mucha presencia de vecinos e instituciones”, donde la mayoría de los proyectos se aprobaron por unanimidad tras intensos debates y revisiones. Su deseo es que ese clima pueda sostenerse pese a las tensiones iniciales. “Ojalá podamos seguir trabajando con consenso, más allá de las diferencias políticas”, expresó.
Con las nuevas autoridades definidas y a pocos días del receso, el Concejo deberá encarar en 2026 una dinámica política distinta, marcada por un comienzo que ya dejó ver movimientos fuertes, posicionamientos internos y el primer gesto de ruptura dentro de la oposición local.