Ayrton Lewandowski, preparador físico de la Cuarta de AFA, la Reserva y la Primera Local del Club Atlético Rosario Central, habló en el programa Garra y Gambeta sobre cómo evolucionó la preparación física en el fútbol, el uso de la tecnología, las lesiones, la planificación de los entrenamientos y la relación humana con los jugadores.
El rol del preparador físico en el fútbol moderno se transformó radicalmente. Así lo explicó Ayrton Lewandowski en una extensa entrevista en Garra y Gambeta, donde repasó su trayectoria profesional y reflexionó sobre los cambios en la metodología de trabajo y en la dinámica de los planteles.
“Antes estaban los profesores de educación física que se especializaban en distintos deportes. Hoy la preparación física se profesionalizó: hay preparadores específicos para fuerza, velocidad o resistencia”, señaló. Según Ayrton, esta evolución responde a una nueva forma de entender el entrenamiento deportivo: “El jugador compite casi todo el año, los recesos son muy cortos y la ciencia avanzó mucho. Ya no se trata sólo de correr; se trabaja de manera integral, técnica y táctica desde el primer día”.
Uno de los grandes aliados de esta transformación es la tecnología. “Hoy pasamos tanto tiempo en la computadora como en el campo. Analizamos datos de GPS, rendimiento y cargas. El GPS nos permite medir distancias, velocidad, cantidad de piques, frenos y arranques. Es una herramienta que cambió por completo la forma de planificar”, explicó.
El profe de Central también hizo referencia al desgaste físico y mental de los futbolistas: “Si te pasás de rosca, el jugador se rompe. Hay que tener cuidado, porque el fútbol actual se juega al 110%. Por eso las lesiones no son sólo físicas: influyen la alimentación, el sueño, el estrés y los problemas personales. Nosotros, los profes, terminamos siendo un poco psicólogos también”.
Sobre la planificación semanal, destacó que el trabajo se hace en conjunto con el cuerpo técnico: “El entrenador tiene la última palabra, pero la idea es mancomunar esfuerzos. La preparación física no se negocia, pero se adapta al estilo de juego que el DT propone”.
Ayrton Lewandowski también repasó su recorrido profesional, desde sus inicios en Rosario hasta sus experiencias en Bolivia, Belgrano de Córdoba y Boca Unidos de Corrientes, donde vivió una de las grandes alegrías de su carrera: “Le ganamos a Racing por penales en Copa Argentina, en una de esas noches mágicas que te quedan grabadas”.
Consultado sobre la relación con los futbolistas, sostuvo: “El profe suele ser el cable a tierra del jugador. Cuando no juega, muchas veces no va a hablar con el técnico sino con el preparador físico. A mí me gusta estar cerca del jugador, escucharlo, pero siempre con límites. En el momento de trabajar, se trabaja y no se negocia”.
Finalmente, reflexionó sobre el nuevo paradigma del entrenamiento: “El fútbol cambió. Antes el profe era el malo de la película, el que te hacía correr sin pelota. Hoy el desafío es integrar todo: técnica, táctica, ciencia y emoción. Entrenar a un jugador es mucho más que medirle el rendimiento: es acompañarlo como persona”.