En el marco del recorrido por las propuestas de cada agrupación que competirá en las elecciones del próximo 14 de diciembre en Newell’s Old Boys, dialogamos con Ignacio Grivarello, candidato a presidente por el Movimiento 1974. Con un tono directo y crítico del presente institucional, Grivarello expuso la mirada de su espacio y profundizó sobre el proyecto deportivo, económico y estatutario que impulsan.
Movimiento 1974 participará por tercera vez consecutiva de los comicios rojinegros. Con más de una década de trabajo interno, la agrupación sostiene una identidad construida desde la militancia y la elaboración programática. “Participamos de una agrupación que tiene más de 10 años. Esta va a ser la tercera elección consecutiva. En las otras dos oportunidades el candidato a presidente fue Darío Moresco. Los nombres se repiten porque es una agrupación que viene trabajando hace muchos años”, explicó Grivarello. Aun así, resaltó la incorporación progresiva de nuevos actores. “Siempre con la misma idea, que es que la militancia hace la institución”.
El candidato detalló que Movimiento 1974 elaboró un programa de trabajo que ya pusieron a disposición de otras listas y que incluso compartieron con personas que consideran relevantes para la estructura del club. “Automáticamente se las hemos trasladado a las otras agrupaciones para que mínimamente las tengan en cuenta y cuenten con el desarrollo de cómo se pueden ejecutar”, señaló. Ese mismo método aplicaron para elegir perfiles técnicos y profesionales que integrarán distintas áreas en caso de gobernar.
Uno de los nombres que la agrupación confirmó fue el del entrenador Pablo Marini. Sobre esa decisión, Grivarello aclaró: “Llegamos al nombre de Pablo después de un análisis, de un estudio de las propuestas disponibles en el mercado. Terminamos barajando cuatro alternativas: Diego Osella, Eduardo Berizzo y Julio Vaccari. La decisión no fue arbitraria ni caprichosa: fue analizada en base a las necesidades que tiene la institución la temporada que viene”. Mencionó que Newell’s deberá afrontar un torneo peleando en la parte baja de la tabla y con un mercado de pases con escasos recursos, por lo que necesitan un técnico que conozca el club y pueda apoyarse en las inferiores. “A las condiciones de experiencia, trabajo y humildad, en Pablo se suma una sexta condición: la de querer ser”.
Ignacio también dejó una lectura detallada sobre el presente institucional. “Se llega a esta situación por una gestión muy poco transparente en la comunicación de información y en los datos oficiales”, afirmó sobre la conducción encabezada por el presidente Eduardo Bermúdez y luego continuada por sus hijos. “Ha sido una gestión cerrada, sin apertura hacia otras agrupaciones. Muchas decisiones se tomaron sin trabajo previo, sin análisis, sin consultar a los compañeros. Hay un club dividido, peleados todos con todos”. Para el candidato, el aspecto más crítico es que “hoy está conduciendo la institución gente que no fue votada, como los hijos del presidente”.
Sobre la economía del club, no dudó en describir una situación extremadamente delicada. “Algunos dicen 30, otros dicen 35, otros 40 millones. Nosotros decimos 35. Hay muchísima diferencia de cifras porque han gestionado con muy poca transparencia”, advirtió. El plan inmediato que propone Movimiento 1974 en caso de asumir incluye una auditoría contable, legal y técnica. “Necesitamos circularizar a todos los acreedores, clasificar la deuda en corto, mediano y largo plazo y entender la veracidad de cada partida. El rubro proveedores aumentó un 18.000% de un año a otro. Es sumamente ridículo”.
Grivarello es contador y trabaja en el ámbito financiero, lo que le permite tener una visión precisa sobre los desafíos económicos que afrontará Newell’s. Según explicó, el club necesitará alrededor de 9 millones de dólares en los primeros meses de gestión para afrontar inhibiciones, contratos vencidos y urgencias operativas. “Son inhibiciones que ya han sido levantadas con promesa de pago postelectoral. Sabemos que tenemos que contar con esos recursos porque son indispensables”.
Además señaló que la institución ya recibió por adelantado ingresos que normalmente sostienen la temporada. “Los derechos de televisación ya fueron adelantados, también la marca de indumentaria y algunos main sponsors. Vamos a tener que sentarnos a evaluar cada mecanismo de contratación, sus cláusulas, y ver si corresponde renegociarlo”. A eso se suma que “ya se han vendido palcos con anticipación”, lo que condiciona aún más los ingresos disponibles.
Consultado sobre la polémica por la nueva tribuna del Coloso, Grivarello no dudó: “No tuvimos oportunidad de inaugurarla. Habla de cómo fue la gestión, sin solidez. Una vez que entremos a trabajar veremos si la tribuna salió 2 millones de dólares, como sabemos que debería costar, u 8 millones. Ahí sabremos si estuvo bien gestionada”.
Respecto de la reforma estatutaria, tema que aparece en el análisis de todos los candidatos, fue contundente: “La institución tiene que encargar la redacción de un estatuto a juristas especializados. Tiene que ser una redacción profesional, sin lugar a interpretaciones”. Señaló que el estatuto actual quedó vetusto pese a no ser antiguo, y enumeró los puntos centrales que proponen modificar. “Apuntamos a una unificación de las categorías sociales, porque no tiene sentido segmentar a la masa societaria por recursos. Queremos participación plena”. También propuso un registro de agrupaciones con participación permanente, una ampliación de las comisiones directivas (actualmente de solo 16 personas), un órgano de control compuesto por la primera y segunda minoría en lugar del oficialismo y la modernización de los requisitos para quienes aspiren a dirigir el club.
El candidato también se refirió a la importancia de profesionalizar los mecanismos de control sobre el manejo de la deuda y los recursos. “No soy enemigo de la palabra deuda siempre y cuando sea una inversión que signifique crecimiento. Si la deuda es adquirida para gasto corriente, no tiene sentido: es vaciamiento”.
En uno de los pasajes más significativos de la entrevista, Ignacio insistió en la necesidad de recuperar la institucionalidad: “Hace falta un Newell’s democrático. La última elección terminó siendo uno contra otro. Hoy hay pluralidad para elegir y eso es sano”. Pidió a los socios informarse y analizar todas las propuestas. “Que no solo lean las nuestras, que también lean las de las otras alternativas. Lo que elijan los socios, nosotros vamos a considerar que está bien. Vamos a estar disponibles para militar para la institución”.
A pocos días de las elecciones, la discusión interna rojinegra se intensifica. Con cinco agrupaciones habilitadas, será una contienda diversa, compleja y decisiva para el futuro del club. En ese escenario, Ignacio Grivarello apuesta a un mensaje que combina crítica, profesionalismo y militancia: abrir el club, ordenar las cuentas y recuperar el rumbo perdido.