Lucas Aranda, el guerrero del fondo que eligió volver para guiar a CAJU desde la experiencia

A sus 33 años, Lucas Aranda es uno de los referentes del Club Atlético Juventud Unida de Pueblo Esther. Defensor central, zurdo, aguerrido y con una historia de vida que lo hizo madurar dentro y fuera de la cancha. En diálogo con Garra y Gambeta, repasó su recorrido futbolístico, la importancia del sacrificio, y lo que significa ponerse la camiseta del club del barrio, con orgullo y compromiso.

Si en el fútbol los partidos se ganan de atrás hacia adelante, Lucas Aranda es de esos jugadores que encarnan ese principio con cada cruce, cada orden que grita desde el fondo y cada entrenamiento que encara con el mismo compromiso de siempre. Zurdo, central, con años de experiencia y un recorrido que lo llevó a jugar en diferentes clubes de la región, hoy eligió volver a CAJU, su casa, para aportar no sólo fútbol, sino también presencia, constancia y cabeza fría.

A sus 33 años, se convirtió en el más experimentado del plantel de primera división, y lo vive como una responsabilidad pero también como una elección. “Hoy tengo 33 y muchos me preguntan por qué sigo jugando. Y la respuesta está en cómo entreno. No hay secretos”, aseguró en la entrevista realizada por Garra y Gambeta, en Radio Enlace FM 102.3.

El origen: infantiles, pausas y regresos

La historia futbolística de Lucas empezó en las divisiones infantiles del club. “Hice todo el recorrido ahí. Después me fui un tiempo, volví, me llamaron, probé, como muchos chicos a esa edad”, cuenta. Fue a pruebas en clubes importantes como Rosario Central y San Lorenzo, pero por decisiones personales —y quizás por esas cosas que elige la vida— no siguió por ese camino.

“Tuve oportunidades, pero fui dejando, fui tomando otras decisiones. Y cuando volví, me reencontré con el fútbol desde otro lugar. Ya más grande, me dieron una chance en la reserva, después en primera, y no paré más”, recuerda.

Volvió a CAJU a los 16 años. Por entonces, su apellido ya sonaba en el club por su papá y sus hermanos, conocidos por organizar torneos. “Cuando llegué a entrenar, Sebastián Cavalli ya me conocía. Me decían ‘pendejo’, pero me trataron con respeto. Entré, jugué en reserva un partido, y al poco tiempo me sumaron a primera”.

Lucas comenzó jugando como volante por izquierda, pero con el tiempo se fue retrasando en el campo. “Por actitud, por presencia, por cómo recuperaba pelotas, me fueron probando de cinco. Me adapté rápido. Y después, cuando el equipo necesitó, pasé al fondo, de central. Hoy es el puesto que más disfruto”, explica.

Zurdo, ordenado, intenso. Así lo definen quienes lo conocen. Y él no se esconde: “Soy muy aguerrido. Si me pasaste una vez, te lo voy a volver a pelear. No doy una por perdida. Me gusta hablar, ordenar. Desde atrás veo todo. Y si un compañero se cuelga, lo hago volver”.

En dupla con Mateo Valdez, otro defensor áspero, forma la última línea de un CAJU que logró volver a los play-offs tras siete años. “Con Mateo hay una muy buena comunicación. Eso es clave. El central tiene que hablar, mirar todo, marcar al cinco, a los laterales. Es un trabajo en equipo desde el fondo”, afirma.

Adaptarse a los esquemas, pero con opinión

Durante la charla, Lucas dejó en claro que la experiencia también se nota en cómo se analiza el juego. “A mí me gusta la línea de cuatro. La línea de cinco no me convence mucho, salvo que esté bien trabajada. Hay que tener volantes que vayan y vengan, jugadores que entiendan el sistema. Y eso se labura. No es cuestión de meter cinco atrás porque sí”.

Reconoce que en algunos partidos, por dimensiones de cancha o características del rival, se optó por esa estrategia. Pero insiste: “La comodidad y el funcionamiento del equipo están por encima de todo. A veces uno se da cuenta que hay compañeros que no se sienten cómodos con un esquema, pero no lo dicen. Y eso, a la larga, se nota”.

Un regreso con sentido

Lucas jugó en Alvear, en Acebal y en Uranga. Siempre en clubes de la región, muchas veces por cercanía a su lugar de residencia o por compartir equipo con amigos. Pero hace un tiempo, volvió a CAJU, y esta vez para quedarse.

“El que me convenció fue Enzo Gazzaniga. Me venía a ver, hablábamos, y un día me dijo: ‘Tenés que jugar con nosotros’. A los dos días me llamó el técnico, fui, charlamos, me explicó cómo venía la mano, y me puse a entrenar. A la tercera fecha ya era titular y no salí más”.

Más allá de lo futbolístico, lo que valora es el grupo: “Esta camada se conoce de chicos, hay un sentido de pertenencia. Eso hace la diferencia”.

Entrenar como se juega

Cuando se habla de esfuerzo, Lucas no pone excusas. “Trabajo todos los días, no es liviano lo que hago, pero no me guardo nada. Cuando entreno, doy todo. Y eso después me sirve para el fin de semana”.

Y agrega: “Muchos chicos laburan todo el día. No es fácil llegar y meterle con todo. Pero si vos sabés que ese esfuerzo te mejora, lo hacés. Yo sé que si aflojo en una tirada, no me va a servir después. Y se lo digo a los pibes también”.

Para él, correr es parte del juego, y no hay atajo: “El jugador de fútbol muchas veces quiere estar sólo con la pelota. Pero cuando no la tenés, tenés que correr. Si no corrés, no jugás”.

El valor de la experiencia y el amor por la camiseta

Lucas es el más grande del plantel, y lo asume con naturalidad. “Soy uno de los más grandes, pero eso no me pesa. Me cuido, entreno, y creo que eso me mantiene vigente. Hoy el fútbol permite jugar hasta los 36, 38 años si estás bien físicamente y mentalmente”.

No duda en marcar que CAJU es su lugar. Que volver no fue casualidad, sino una elección. “Este club me vio crecer, me abrió las puertas, me formó. Y hoy lo represento con orgullo”.

Cuando le preguntan por sus referentes, no duda: Licha Martínez, Cuti Romero, Paulo Díaz. “Me identifico con ese estilo. Centrales que meten, que son fuertes, que no se achican”.

Y sobre cómo ve el futuro, cierra con claridad: “Mientras tenga ganas, voy a seguir. Jugar en el club del pueblo, con la camiseta que quiero, no tiene precio”.


Emtrevista realizada por el equipo de Garra y Gambeta – Radio Enlace 102.3 – Pueblo Esther