Mariano de Rueda: formación, compromiso y una visión a futuro para el crecimiento de CAJU

Jugador de la primera división, coordinador deportivo de las juveniles y exentrenador en Central, Mariano de Rueda combina experiencia, pasión y formación técnica para potenciar el crecimiento del club. Con proyectos a largo plazo y resultados que ya se empiezan a ver, apuesta al desarrollo integral de los chicos desde lo futbolístico y lo humano.

En el corazón del Club Atlético Juventud Unida (CAJU), una figura se destaca por su compromiso silencioso y su entrega diaria. Se trata de Mariano de Rueda, actual arquero del primer equipo y, desde hace unos meses, coordinador deportivo de las divisiones juveniles del club. Su presencia es constante: en los entrenamientos, en los partidos, en la formación de jugadores y también en la asistencia física de los chicos, ya que fuera del ámbito futbolístico, es quiro-masajista y fisioterapeuta. Su multifacética labor lo convierte en un engranaje fundamental del funcionamiento del club.

La entrevista, realizada por el periodista Eros Scoponi durante un entrenamiento de las juveniles en el campo de juego de CAJU, permitió conocer a fondo el recorrido, las ideas y los objetivos de Mariano en esta etapa.

Mi llegada a CAJU fue a través de familiares y amigos”, cuenta Mariano al recordar sus primeros pasos en la institución. “Hace un tiempo mis sobrinos jugaban en el Babi, me habían invitado, pero por cuestiones personales no pude sumarme. Ya a principios de este año, en febrero, me contactan unos amigos que estaban armando la primera división y decidí probarme. Tras un cambio de técnico, me dieron el visto bueno y desde ahí estoy firme en el plantel”, relata.

Sin embargo, su rol dentro del club se fue ampliando con rapidez. Además de arquero, Mariano también fue utilizado como defensor en algunos encuentros. “La edad te hace jugar en varios puestos”, comenta con humor. “Ya me tocó jugar de número 4 en algunos partidos del torneo pasado. Hay que estar donde haga falta”.

A sus 38 años, Mariano no solo aporta experiencia dentro de la cancha. Tiene formación académica como Director Técnico Nacional por la Escuela de Educación Física, además de contar con antecedentes como entrenador de divisiones juveniles e infantiles en Rosario Central. Esta formación fue clave para que asumiera el desafío de coordinar el área deportiva de las inferiores de CAJU, un rol complejo pero fundamental para el desarrollo institucional.

Cuando me ofrecieron el cargo, lo tomé con pinzas porque la situación era bastante complicada”, reconoce. “Veníamos de un panorama complejo, pero me pareció un desafío importante. Empezamos a trabajar con un proyecto claro y decidimos sumar a dos profes, Fernando y Matías Gasparutti. Ambos son preparadores físicos y también jugadores del club, así que conocen la dinámica desde adentro”.

La planificación comenzó a dar resultados en poco tiempo. Según Mariano, “las categorías más chicas vienen mostrando un gran crecimiento. En estos tres meses ya se nota la diferencia. La idea es poder plasmar un estilo, una idea de trabajo, y que esa evolución se vea tanto a corto como a largo plazo”.

Uno de los logros que más lo entusiasman es el caso de la séptima división, una categoría que cuando comenzó el proceso apenas reunía seis o siete jugadores por entrenamiento y que acumulaba derrotas abultadas. “Cuando arrancamos, perdían 18 a 0 o 20 a 0. Hoy entrenan 15 chicos y no te falta ninguno. Ya lograron un empate, festejado como si fuera una final, y están perdiendo por diferencias mínimas: 1 a 0, 2 a 0. Es un montón”, subraya, con orgullo.

Para De Rueda, el trabajo con las inferiores va mucho más allá del resultado. “Estamos en un club de barrio, con historia, con identidad. Nuestra responsabilidad no es solo formar jugadores, sino también personas. Ver a los chicos comprometidos, con ganas de mejorar, entrenando todos los días, es lo que más valoramos”, afirma. “Todo proceso lleva tiempo, y los frutos seguramente se verán con mayor claridad el año que viene. Pero lo importante es que estamos en el camino correcto”.

Además de su labor con las juveniles, Mariano se mantiene activo como jugador del equipo de primera división. El calendario no da respiro, y la mente ya está puesta en el clásico frente a Sportivo Lagos. “Venimos de dos fechas complicadas. La última fue especialmente dura, un rival difícil, que se cerró bien atrás tras el gol. Tuvimos chances, por momentos jugamos mejor que ellos, pero no alcanzó. Ahora vamos con la convicción de sumar de a tres. El grupo está fuerte, el equipo está convencido y eso es fundamental”, asegura.

Más allá de los resultados inmediatos, Mariano destaca el clima de unidad que se vive en el club. “Estamos construyendo algo importante. El cuerpo técnico está comprometido, los jugadores tienen ganas, y los chicos de inferiores están motivados. Eso genera una energía que empuja. Es lo que necesita un club para crecer de verdad”.

Consultado sobre cómo se imagina el futuro de CAJU, De Rueda se muestra optimista pero realista: “Queremos estirar este proyecto lo más posible. Seguir consolidando las divisiones inferiores, mejorar la formación, acompañar a los chicos en su crecimiento. Y en lo inmediato, tratar de que la primera encuentre regularidad y pueda pelear en lo alto. Con trabajo y constancia, se puede”.