La futbolista oriunda de Pueblo Esther habló tras la consagración histórica frente a Unión de Santa Fe y repasó su trayectoria, los inicios en el barrio, el presente en Social Lux y los desafíos de un deporte que crece pero sigue siendo amateur.
El fútbol femenino de Rosario y la región vive un momento histórico. Social Lux, más conocido como “Mercadito”, se consagró campeón de la Copa Santa Fe al vencer por penales a Unión de Santa Fe, un equipo que participa en la liga profesional. Una de sus protagonistas fue Marta Juárez, jugadora nacida en Pueblo Esther, quien compartió sus sensaciones tras la victoria y repasó su camino en el deporte.
“Fue muy importante, vale mucho lo que logramos, porque Social Lux es un club amateur y le ganamos a un equipo que participa de la liga profesional. El fútbol femenino está creciendo muchísimo y esto es una demostración”, expresó Juárez, que desde hace tres años defiende la camiseta de Mercadito.
La jugadora recordó sus inicios junto a un grupo de amigas en el barrio: “Arrancamos en Solares del Sur, en el Bajo, éramos diez chicas y jugábamos en el playón. No teníamos entrenamientos formales, era ir y jugar, un picado. Con el tiempo se fueron sumando vecinos y familiares para darnos una mano y después empezamos a organizar entrenamientos más serios”. Esa experiencia, que duró algunos años, le abrió el camino a Central Argentino de Fighiera y más tarde a Central Córdoba, antes de llegar a Social Lux.
Juárez, que hoy combina entrenamientos con estudio y trabajo, destacó el esfuerzo que implica ser parte de un plantel femenino en Rosario: “Entrenamos tres veces por semana de ocho a diez de la noche. Termino y llego a casa a las once. Antes viajábamos en colectivo, era una hora y pico, ahora tengo la suerte de que mi papá me lleva. Todo requiere un esfuerzo, pero si te gusta, lo hacés”.
Sobre el nivel de los entrenamientos, remarcó: “Siento que es muy nutritivo lo que hacemos. La parte física, táctica y cognitiva está muy bien trabajada. Nosotras no tenemos nada que envidiarle a los varones en cuanto a exigencia”.

Consultada por su posición en la cancha, se definió como “volante interna, un ocho o un diez, como De Paul o McAllister en la Selección. Voy rotando, pero me siento más cómoda por izquierda, aunque soy diestra”.
En cuanto al presente del club, explicó que Social Lux cuenta con dos planteles en Primera, la A y la B, debido a la gran cantidad de jugadoras. “Somos más de veinte en Primera y cada año se suman más. El fútbol femenino está creciendo, y aunque todavía falta, se avanza. Hay clubes como Morning o Adiur que también vienen trabajando bien”, valoró.
La mediocampista también contó que la figura del arquero Nahuel Guzmán, surgido de Social Lux, sigue presente: “El Patón nos dio una gran mano con la ropa para todas las categorías. Es muy comprometido con el club”.
Aunque la consagración en la Copa Santa Fe es un hito, Juárez remarcó que la realidad del fútbol femenino en la Rosarina sigue siendo amateur: “Es amateur. En Social Lux algunas chicas estamos becadas para no pagar la cuota, porque tenemos otros gastos como el colectivo. Eso es lo más cercano a un apoyo económico. Después, en los equipos de AFA como Newell’s o Central, sí hay contratos, aunque nada comparable con el fútbol masculino”.
La jugadora de Pueblo Esther se mostró orgullosa del crecimiento del deporte: “Hace años atrás no había casi nada, hoy ya somos muchas y se exige que los clubes tengan fútbol femenino. Es una forma de fomentar el deporte y de darnos el lugar que merecemos”.
El título obtenido frente a Unión de Santa Fe significa mucho más que un trofeo. Representa la lucha de cientos de mujeres que, como Marta Juárez, empezaron a patear la pelota en un playón del barrio y hoy, con esfuerzo y pasión, escriben la historia grande del fútbol femenino en la provincia.