En una nueva entrega de la columna de nutrición y salud alimentaria, la licenciada en nutrición Mailén Lecoq y Luciana, responsable de Tienda Verde, compartieron una conversación cargada de información práctica, desmitificaciones y herramientas reales para mejorar los hábitos alimentarios sin caer en prohibiciones rígidas o soluciones mágicas.
Con un enfoque claro y accesible, ambas remarcaron la importancia de acompañar los cambios con información profesional y decisiones sostenibles, sobre todo en un contexto donde “las redes sociales muchas veces fomentan dietas sin respaldo y consultas rápidas que terminan confundiendo más que orientando”.
Desde el inicio, Lu destacó el impacto de abrir este espacio: “Cuando anunciamos la columna, recibimos un montón de consultas. La gente quiere saber, y es clave acompañar ese interés con el respaldo de una profesional”. Mailén coincidió: “La alimentación saludable no es sinónimo de comer feo ni de prohibir alimentos. Se trata de aprender a elegir, de manejar porciones y de incorporar pequeños cambios que, sostenidos en el tiempo, generan grandes resultados”.
Cómo armar un plato equilibrado
Una de las preguntas más recurrentes fue cómo estructurar un plato saludable sin complicaciones. La nutricionista respondió con claridad:
“Para que un plato sea equilibrado, siempre decimos lo mismo: la mitad del plato debe ser verduras, crudas o cocidas, de estación y, si es posible, locales y agroecológicas. Del otro lado podemos sumar proteínas —ya sean animales o vegetales— o hidratos complejos como arroz integral, pastas integrales o legumbres”.
También recordó que las legumbres “son una excelente fuente proteica para vegetarianos y veganos”, aunque reconoció que muchas personas todavía no las incorporan por costumbre o por dificultades digestivas, algo que puede mejorarse con técnicas adecuadas.
Harinas, mitos y realidades
Otra consulta frecuente fue sobre las diferencias entre la harina de trigo y las alternativas. Lecoq fue tajante:
“Todas las harinas tienen el mismo contenido calórico. No existe una harina más light que otra. Lo que cambia es la presencia de fibra, vitaminas o minerales”.
Recomendó elegir harinas integrales o harinas alternativas como avena, legumbres, garroba, mandioca o arroz, aunque advirtió: “Que una harina sea apta para celíacos no significa que sea más saludable”.
Lu agregó que la manipulación es distinta: “La gente está acostumbrada a la harina de trigo porque desarrolla gluten y es más fácil de trabajar. Con otras harinas hay técnicas y tips que vamos orientando”.
Frutos secos: aliados del cerebro y el corazón
Los frutos secos también despertaron interés. Mailén explicó:
“Son ricos en omega, prácticos para transportar y una excelente colación. Pero el secreto es la porción: comerlos sin control puede sumar muchas calorías y hasta generar constipación en algunas personas”.
Ambas remarcaron que su consumo aumenta en las fiestas, muchas veces con agregados de azúcar, chocolate o grasas. Sin demonizar, insistieron en la importancia de la moderación.
Cambiar hábitos: ¿por dónde empezar?
Sobre este punto, la nutricionista dejó una frase que podría sintetizar toda la columna:
“La palabra difícil no debería existir cuando uno tiene un objetivo claro”.
Recomendó avanzar “de a poco, con dos o tres metas semanales”, como hidratarse más o sumar frutas, antes de pretender cambios drásticos que llevan a la frustración. Y aclaró que “las dietas no deben aislar socialmente a las personas: hay que adaptar el plan alimentario a la vida real”.
Ayuno intermitente: ¿sirve o no sirve?
Ante varias consultas, la profesional aclaró:
“El ayuno intermitente sirve, pero debe personalizarse. El mínimo recomendable son 12 horas y de ahí se adapta según la rutina, el objetivo y el metabolismo de cada persona. No es para todos y no tiene sentido copiar esquemas de internet”.
Lectura de etiquetas y consumo de ultraprocesados
Uno de los momentos más esclarecedores fue cuando la nutricionista explicó qué mirar en un envase:
“No se vuelvan locos con lo light o los sellos. Lean la lista de ingredientes: cuanto más corta y conocida sea, mejor. Hoy casi todo tiene sellos negros porque la mayoría de los productos ultraprocesados contienen aditivos que inflaman y favorecen problemas digestivos y metabólicos”.
Incluso aclaró un dato que sorprendió:
“Los aditivos alimentarios están relacionados con la pubertad precoz en los niños. Hay un trasfondo científico muy claro”.
Organización: la clave de una cocina saludable con poco tiempo
Ante la consulta sobre cómo comer mejor con una rutina acelerada, Lecoq fue directa:
“Cortar un tomate y mezclarlo con lentejas hervidas lleva menos tiempo que hacer fideos. La organización es fundamental: cocinar un poco de más, congelar porciones, tener verduras congeladas, huevos, fideos integrales o de legumbres. No hay excusas”.
Lu recordó que en Tienda Verde “hay verduras congeladas, harinas de todo tipo, premezclas certificadas para celíacos, yogures naturales y opciones prácticas para quienes tienen poco tiempo”. También remarcó que realizan “envíos gratis por compras mayores a $20.000, lo que facilita mucho el acceso”.
Pescado para niños: cómo incorporarlo cuando no les gusta
Otra consulta apuntó a reemplazar pescado en la dieta de un niño que lo rechazaba. Lecoq aconsejó:
“Probar con pescados más neutros como el pollo de mar, usar rebozados, napolitanas, empanadas o albóndigas mezcladas con otras carnes. A los niños hay que exponerlos entre dos y quince veces a un alimento nuevo para que acepten su sabor”.
Fiestas, calor y mitos heredados
De cara al mes de diciembre, adelantaron que el próximo encuentro abordará la alimentación en las fiestas.
“Importamos recetas europeas de invierno cuando acá estamos en pleno calor”, expresó Lu, mientras Mailén Lecoq propuso “reversionar recetas tradicionales para hacerlas más livianas”.
Al cierre, la nutricionista recordó que atiende en Alvear, Campo de los Teros y la Estética Bienester, y dejó su contacto para quienes quieran iniciar un proceso acompañado: 341 304 2380.