La concejala analizó el Plan Trienal de Obras enviado por el Ejecutivo, que contempla alumbrado, agua y pavimentación, y se refirió al debate sobre la transparencia en la gestión pública. Planteó la necesidad de mejorar la comunicación con los vecinos y garantizar mecanismos de participación ciudadana.
La concejala Carina Cappelletti se refirió al debate que se abrió en el Concejo Municipal a partir del ingreso del Plan Trienal de Obras Públicas, un proyecto enviado por el Ejecutivo que contempla trabajos de alumbrado, provisión de agua potable y pavimentación en distintos barrios de la ciudad.
“Es un plan madre que se va a ejecutar a lo largo de tres años, y que tiene como grandes componentes alumbrado, agua y pavimentación”, explicó, al tiempo que destacó que ya se realizaron reuniones con el área de Hacienda del municipio, con la Cooperativa de Servicios Públicos (CLESAPE) y con la Secretaría de Obras y Servicios Públicos.
Una de las prioridades del proyecto es la modernización del sistema de alumbrado público, a través del recambio de toda la luminaria a tecnología LED. Según la concejala, “la lámpara LED baja muchísimo el consumo, pero ese ahorro no se va a ver en la boleta, sino que va a equilibrar el mayor alcance que hoy tiene la red de alumbrado público, porque se extenderá a más barrios”.
El trabajo se llevará adelante en conjunto con CLESAPE y forma parte de un plan de eficiencia energética que busca mejorar la cobertura en toda la ciudad.
En materia de agua, el plan contempla la conexión de distintos barrios a los caños maestros ya instalados en desarrollos urbanos recientes. “No se trata de nuevas perforaciones, sino de obras que permiten conectar sectores que están cerca de la red troncal existente y que, por lo tanto, pueden acceder al servicio”, detalló.
Un ejemplo es la obra en el barrio Cozzoni, que ya se encuentra en período de prueba: “Los vecinos ya tienen agua, y en los próximos meses se evaluará el funcionamiento antes de que empiecen a llegar las boletas”.
El tercer eje es la pavimentación de calles. Aquí Carina Cappelletti planteó algunas dudas sobre los criterios utilizados: “Es evidente que no se va a pavimentar toda la ciudad, pero quería entender por qué se priorizaban determinadas calles y no otras. Para mí la gran discusión siguen siendo las colectoras de la Ruta 21, que son claves en términos de seguridad vial” y aún más con la ampliación de la ruta 21.
En ese sentido, aclaró que las colectoras ya están incluidas dentro del proyecto de ensanchamiento de la ruta, lo que explica su ausencia en el plan trienal. “Se van a pavimentar y tendrán sentido único, norte con norte y sur con sur”, señaló.
No obstante, insistió en que el Concejo debe seguir de cerca los criterios de selección de calles y atender también la situación de las calles de ripio: “Los vecinos siguen reclamando mantenimiento. Hoy hay problemas con la provisión de piedra y la falta de motoniveladora, pero son deudas que vienen de hace tiempo”.
El plan se financiará con tres fuentes principales: subsidios provinciales, fondos municipales y recupero por contribución de mejoras. Todas las obras estarán sujetas al monitoreo del Concejo y, en algunos casos, a registros de oposición vecinal.
“Son obras que los vecinos piden hace años, pero hay que ser muy cuidadosos con la comunicación y con los mecanismos de contralor. Si los vecinos no están de acuerdo, no se pueden llevar adelante”, advirtió la concejala.
Transparencia: el debate sobre los mecanismos
Además de las obras públicas, Carina Cappelletti se refirió al debate en el Concejo sobre un proyecto de ordenanza que impulsa la publicación de los sueldos de los trabajadores municipales como parte de una política de transparencia.
“El proyecto que se presentó está mal planteado formalmente, porque adhiere solo a un capítulo de una ley provincial y mutila el espíritu de la norma”, cuestionó. Y agregó: “La discusión de la transparencia es central, pero me parece peligroso exponer los datos personales de los trabajadores. Eso va en contra de la ley de protección de datos”.
Para la edil, la verdadera transparencia debe pensarse como un mecanismo político sostenido en la ética de gestión y en la participación ciudadana: “Nadie puede estar en contra de la transparencia, pero tenemos que discutir cómo la garantizamos. Para mí, una de las herramientas más importantes es la transmisión en vivo de las sesiones y de las reuniones de comisión abiertas, para que los vecinos puedan ver qué se discute realmente y cómo se posiciona cada concejal”.
Participación ciudadana y comunicación
En ese marco, remarcó que el desafío no es solo publicar información, sino generar mecanismos de participación reales: “Si la transparencia solo sirve para que la gente se queje en redes sociales, no resolvemos nada. La información tiene que habilitar compromiso y participación de la ciudadanía”.
Finalmente, subrayó la necesidad de que el municipio mejore sus canales de comunicación: “Uno de los grandes déficits es cómo se comunica con los vecinos. El plan trienal requiere claridad, consenso y un contralor permanente para que los vecinos sepan qué se va a hacer, cómo y con qué recursos”.
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