Iván Bonicci representó a Argentina en la Asamblea Global de Juventudes en Rusia

El joven villense Iván Bonicci participó de la Asamblea Global de Juventudes 2025 realizada en Rusia, donde representantes de más de 150 países debatieron sobre educación, tecnología y el nuevo orden geopolítico mundial. En diálogo con Enlace de Noticias, compartió su experiencia y reflexionó sobre la importancia de la soberanía latinoamericana.

Iván Bonicci, oriundo de Villa Constitución, fue uno de los ocho argentinos seleccionados para representar al país en la Asamblea Global de Juventudes que se realizó del 17 al 21 de septiembre en Nizhni Nóvgorod, Rusia. El evento reunió a jóvenes de más de 150 naciones con el objetivo de debatir temas vinculados a la educación, la tecnología, la inteligencia artificial, la diplomacia y el desarrollo sostenible.

“Fue un orgullo y un honor poder representar a mi ciudad, a la región y al país”, expresó Bonicci. “De Argentina fuimos ocho los elegidos, en una convocatoria bastante federal. Es un evento que se hace cada cinco años y comenzó en los años 70. En esta edición, participaron más de dos mil jóvenes de todo el mundo”, explicó.

El joven docente y militante participó en el área de Educación y Tecnologías, donde presentó una investigación sobre el “debilitamiento cognitivo en estudiantes de secundaria vinculado al uso excesivo de redes sociales y celulares”. En ese espacio, compartió panel con representantes de países tan diversos como China, Pakistán, Serbia y Sudáfrica. “Lo más rico del evento fue la diversidad cultural y la posibilidad de entender que todos enfrentamos problemas similares en contextos muy distintos”, destacó.

En su reflexión, Bonicci subrayó el valor de comprender el nuevo escenario internacional: “Vivimos en una configuración multipolar del mundo. La hegemonía estadounidense está en declive y surgen nuevos polos como China, Rusia o los BRICS. En este contexto, América Latina debe actuar unida para tener voz propia en la mesa global. Durante décadas hemos pagado la fiesta de los países del norte con nuestros recursos y es hora de cambiar esa lógica”.

La Asamblea, organizada por la ONG World Youth Festival, fue además una oportunidad para conocer la realidad educativa y social rusa. “Rusia invierte más del 4% del PBI en educación, algo que acá también está establecido pero no se cumple. Allá la educación pública es de altísima calidad y el desempleo ronda el 2%. Es un país que apuesta a la formación y al trabajo, dos pilares fundamentales para el desarrollo”, señaló.

Durante el encuentro, Bonicci también fue seleccionado para integrar un programa regional en el Círculo Polar Ártico, una de las zonas más remotas y estratégicas del mundo por su producción de gas y la convivencia entre el gobierno ruso y los pueblos originarios Nenets. “Fue una experiencia increíble. Conocer esa región donde viven comunidades milenarias que conservan sus saberes y al mismo tiempo conviven con la mayor reserva de gas del mundo te hace pensar en el equilibrio entre desarrollo y respeto por la naturaleza”, relató.

Además de la participación en la Asamblea y el viaje al norte ruso, el docente aprovechó su estadía para recorrer Moscú y visitar lugares emblemáticos como la Plaza Roja y el mausoleo de Lenin. “Más allá de la historia y la política, me impactó la calidez del pueblo ruso. Hay una imagen muy estereotipada de que son fríos o distantes, pero fue todo lo contrario. Fueron muy hospitalarios, y además nos admiran mucho como argentinos. Nos identifican con Maradona, Messi, la cultura popular y la alegría”, contó.

Consultado sobre la percepción internacional de Rusia, Bonicci cuestionó la narrativa dominante en Occidente: “Vivimos en un mundo donde se construyen relatos interesados. Hay una rusofobia impulsada por Estados Unidos que busca instalar a Rusia como el enemigo, mientras somos nosotros quienes estamos intervenidos por sus políticas. Viajar y conocer te permite derribar esos prejuicios y entender otras realidades”.

Finalmente, el joven profesor destacó que la experiencia dejó en él un fuerte compromiso por seguir construyendo espacios de participación juvenil y defensa de la soberanía educativa y cultural. “Estar ahí te reafirma la importancia de pensar desde lo propio, de mirar al mundo sin perder la identidad. América Latina tiene que tener una voz propia y un proyecto común”, concluyó.

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