El candidato a concejal por Pueblo Esther, representante del espacio Activemos y referente de la Casa de la Cultura, analizó el escenario político local, criticó con dureza el impacto de las políticas nacionales y provinciales, y llamó a fortalecer la participación vecinal para “poner al Consejo al servicio de la gente y no del poder de turno”.
A pocos días de las elecciones generales en Pueblo Esther, el candidato a concejal Juan Carlos Singereisky recibió a Radio Enlace para una entrevista extensa, donde desglosó con precisión los ejes de su candidatura, el diagnóstico social que lo impulsa y la propuesta que busca profundizar desde el espacio Activemos. Alejado de los slogans de ocasión, Singereisky fue minucioso en cada respuesta y dejó en claro que su postulación no es una iniciativa aislada, sino parte de un proyecto colectivo con historia, coherencia y territorialidad.
“La elección es un momento importante, por supuesto. Pero esto que estamos haciendo no empieza ni termina en las urnas. Hace años que venimos trabajando desde la Casa de la Cultura con un equipo comprometido con la comunidad. Hubo cursos, apoyo escolar, campañas de escenografía, articulaciones con clubes como CAJU. Y ahora aparece la contienda electoral y estamos acá, con las mismas caras, con los que venimos poniendo el cuerpo desde hace mucho. No salimos a buscar gente para completar listas ni a inventar representantes. Me tocó esta vez representar al grupo, y lo hago con mucho orgullo”, señaló.
Consultado sobre la baja participación en las PASO, Singereisky fue claro: “La gente no vota por dos razones. Primero, porque está muy mal. Porque está golpeada en lo económico, en lo social, en lo moral. Y porque hay un desencanto real con la política y los representantes. Pero lo que planteamos nosotros es que la única salida es involucrarse. No hay salvación individual. Tenés que participar desde donde puedas: en una vecinal, en la iglesia, en un centro cultural, en una radio, como vecino. Si no lo hacemos, nos pasan por encima”.
Desde su visión, las elecciones son apenas una de las formas de esa participación. “Claro que hay que votar. Pero no de manera automática. Hay que pensar qué proyecto se elige. ¿Querés un Consejo que funcione como una escribanía del oficialismo, o querés una voz distinta, con sensibilidad social, con vocación de trabajo territorial? El Consejo va a cambiar tres bancas. Si una de esas no es para nosotros, la ciudad puede quedar entregada a los sectores más conservadores, más alejados de la vida cotidiana de la gente”, advirtió.
La preocupación por el avance de fuerzas alineadas con la derecha y la ultraderecha también estuvo presente: “Si uno analiza los escenarios posibles, es evidente que puede darse una mayoría automática del oficialismo, con dos bancas, y una tercera banca en disputa entre nuestra lista y la de los libertarios. Y ahí hay una diferencia enorme. Nosotros tenemos una trayectoria y un compromiso comprobado. Ellos representan un modelo que va en contra de la salud pública, de la educación, de la equidad. Por eso decimos que el voto también es estratégico: para poner un límite, para tener equilibrio institucional”.
Singereisky no esquivó el análisis nacional. “El recorte de coparticipación, el ajuste brutal en obra pública, el desfinanciamiento de áreas sensibles como salud o educación, impactan directamente en las ciudades. Y en Pueblo Esther se nota. Las calles rotas, la falta de iluminación, los problemas en los centros de salud no son solo responsabilidad municipal. Son el resultado de políticas nacionales que están asfixiando a los municipios. Y de un gobernador como Pullaro que aplica la misma receta: paritarias por decreto, ajuste a los jubilados, abandono de lo público”, afirmó.
Pero también fue crítico hacia el Ejecutivo local. “Es cierto que hay menos fondos. Pero también hay una falta de decisión política. Si sabés que no tenés recursos ilimitados, tenés que definir prioridades. ¿Es prioridad seguir cambiando faroles o garantizar anticonceptivos en el SAMCo? ¿Es prioridad pintar una plaza o asegurar medicamentos en los dispensarios? Todo es político. Por eso necesitamos un Consejo que sea un contrapeso y no una oficina de trámites del Ejecutivo”, sostuvo.
Entre sus propuestas centrales se destaca la implementación del presupuesto participativo: “Queremos que el vecino no solo opine, sino que decida. Que diga: con esta plata quiero que se arregle mi calle, o que se compre una ambulancia, o que se invierta en cultura. Ya hay vecinales organizadas que podrían llevar esa voz al Consejo. Pero hace falta voluntad política para ceder ese poder. Y eso es lo que queremos lograr”.
El recorrido de Singereisky como médico también se coló en el análisis. “La salud está en crisis total. No es solo la salud pública: las prepagas están en crisis, las obras sociales colapsadas. Hoy te dan turno para una resonancia dentro de seis meses. ¿Cómo atendés a una persona así? Los jubilados están desesperados, y mientras tanto el Gobierno nacional les niega un bono miserable de 110 mil pesos. Y lo peor: legisladores santafesinos votaron en contra de eso. Chumpitaz, Mayoraz, Romina Diez. Son nombres que aparecen en afiches en nuestras calles. Hay que saber quiénes son y qué intereses defienden”.
La propuesta de Activemos se resume en una idea que repite a lo largo de la charla: participación y coherencia. “No prometemos salvadores, ni soluciones mágicas. Decimos que este es el momento de involucrarse. Que tenemos historia, que tenemos equipo. Que hay una banca en juego que puede cambiar la forma en la que se toman decisiones en esta ciudad. Que el Consejo no puede ser un buzón donde tres levanten la mano. Tiene que ser una herramienta para que el pueblo de Pueblo Esther tenga voz, dignidad y futuro”.
Las elecciones se acercan. Para Singereisky, el voto es apenas el inicio: “Hay que estar. Estar en serio. Porque si no estamos, otros deciden por nosotros. Y eso, ya lo sabemos, no termina bien”.
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