“La prevención es la madre de todo”: el llamado del Dr. Oscar Romanini a cuidar la salud infantil y adolescente

En diálogo con el Dr. Juan Carlos Singereisky, el pediatra y presidente de la Asociación de Pediatría de Rosario, Oscar Romanini, destacó la importancia de la prevención, los controles médicos, la educación sexual y el rol de las familias frente a los nuevos hábitos de riesgo que afectan a niños y adolescentes.

En el marco de la columna de salud del Dr. Juan Carlos Singereisky, el pediatra Oscar Romanini —referente y presidente de la Asociación de Pediatría de Rosario— trazó un diagnóstico profundo sobre el estado actual de la salud infantil y adolescente, advirtiendo sobre los nuevos riesgos que atraviesan las infancias y la necesidad urgente de recuperar la prevención como eje del sistema sanitario.

“El gran desafío que tenemos los médicos y las familias es no llegar tarde. La prevención es la madre de todo esto”, expresó Romanini, al reflexionar sobre la cantidad de oportunidades perdidas de control y vacunación. “Muchas veces un niño llega al efector por un resfrío y, por no vacunar en ese momento, se pierde la oportunidad. Y muchas veces ese niño no vuelve. Con lo que cuesta llegar, no deberíamos desaprovechar esas instancias”.

El médico subrayó que la prevención debe ser entendida como una responsabilidad compartida entre el Estado, los profesionales y las familias. “Todos tenemos nuestra parte: el Estado debe garantizar el acceso, nosotros como médicos debemos brindar tiempo y empatía, y las familias deben comprometerse en los controles. Es una cadena de responsabilidades”, afirmó.

Romanini, con décadas de experiencia en pediatría, también reflexionó sobre los cambios sociales y culturales que impactan en la salud de los chicos. “Estamos viendo un adelanto preocupante en los consumos: vapeo, alcohol, relaciones sexuales precoces. Hablamos de niños de 12, 13 o 14 años. Hay una responsabilidad enorme del Estado en la falta de educación sexual y también de los padres, que muchas veces no saben o no quieren hablar de estos temas”.

El especialista contó que en sus charlas en escuelas observa con preocupación el desconocimiento sobre salud sexual y adicciones. “Me llamaron para hablar de piojos y terminamos hablando de vapeo, alcohol y relaciones sexuales. Los chicos estaban asombrados de la información que no tienen. No se trata de asustarlos, sino de informar. Hay una irresponsabilidad estatal y de los adultos en general”.

El fenómeno del vapeo, advirtió, es una de las mayores amenazas actuales. “El vapeo es ilegal en Argentina desde 2011, pero se vende libremente en cualquier tabaquería. Los líquidos tienen derivados nicotínicos y canábicos, y otros componentes cancerígenos. No sabemos qué va a pasar con los pulmones y cerebros de estos chicos dentro de 10 o 15 años. Hay que actuar ya”, insistió.

Romanini también alertó sobre la tendencia de adolescentes a consumir bebidas energizantes y asistir a gimnasios sin control profesional. “Estamos hablando de chicos de 13 o 14 años levantando peso, consumiendo suplementos, y muchas veces inducidos por adultos que no están formados. Es gravísimo. Los clubes deberían tener un rol educativo más fuerte, no competitivo”, sostuvo.

Sobre el abordaje médico en la adolescencia, el pediatra destacó la importancia de generar confianza y acompañamiento familiar. “Cuando un chico entra en la pubertad, la consulta cambia. No es lo mismo revisar a un bebé que a un adolescente. Hay que ser prudentes, empáticos y explicar por qué se lo examina. Es un momento de muchos cambios y vulnerabilidad”.

Finalmente, el profesional subrayó que la comunicación entre padres e hijos sigue siendo el pilar de toda prevención. “No hay que esperar a que los chicos pregunten. Hay que hablar. En la cena, en el auto, donde sea. No hace falta dar una clase, alcanza con escuchar, con dejar la puerta abierta. Porque cuando los adultos callan, otros llenan ese vacío: las redes, las pantallas, la calle”.

Romanini cerró con una reflexión que resume su mirada: “Seguimos hablando de prevención, que es la reina madre de la medicina. Si logramos que los chicos tengan una vida sana, que hagan deporte, que duerman bien, que coman mejor, que se controlen, que los padres los acompañen, vamos a tener adultos más sanos. Y eso, en definitiva, es construir futuro”.

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