La psicóloga Marta Fernández Boccardo participó del II Congreso Internacional sobre Abuso Sexual contra las Infancias en la UBA. Advirtió sobre el retroceso en políticas de protección, la violencia patriarcal y la creciente naturalización de discursos misóginos desde el poder político.
La doctora en Psicología Marta Fernández Boccardo, especialista en violencia de género y autora de la tesis “Mujeres que callan”, participó del Segundo Congreso Internacional “Abuso Sexual contra las Infancias: Escuchar y Proteger”, realizado los días 17 y 18 de octubre en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario.
El encuentro reunió a profesionales de distintas disciplinas de Argentina, España y Colombia para reflexionar sobre las violencias hacia niñas, niños y adolescentes, y la necesidad de fortalecer los dispositivos estatales de protección.
“Fue un congreso muy interesante y con una convocatoria amplia. Participaron psicólogos, trabajadores sociales, sociólogos, abogados y representantes de organismos estatales. El objetivo fue compartir miradas sobre un fenómeno tan complejo como los abusos y las violencias hacia las infancias”, explicó.
Entre las figuras destacadas del congreso mencionó a Dora Barrancos, Liliana Hendel, Carlos Rosanski, David Rosario y Juan Carlos Volnovich, entre otros. La psicóloga remarcó que las discusiones giraron en torno a la pérdida de derechos conquistados y al avance de discursos políticos que estigmatizan a los sectores más vulnerables.
“Estamos viendo que las infancias, las mujeres y los grupos en situación de vulnerabilidad son los más atacados por este gobierno, y también por un avance global del neofascismo. No es un fenómeno local, sino mundial”, señaló.
La psicóloga profundizó además sobre el concepto de patriarcado, al que definió como “el sistema de poder más antiguo del mundo”, y sostuvo que hoy se expresa bajo una forma “neofascista”: “El patriarcado atraviesa toda la sociedad y las instituciones. No es solo económico, sino cultural y subjetivo. Está en las cabezas. Por eso trabajo con el concepto de dueñidad, tomado de Rita Segatto: el varón que se siente dueño del cuerpo y la vida de la mujer”, explicó.
Durante el encuentro se abordó también la violencia vicaria, término acuñado por la psicóloga argentina Sonia Vaccaro, que define las agresiones contra los hijos con el fin de dañar a las madres. “Cada vez hay más casos en nuestro país, y es una de las expresiones más extremas de la violencia patriarcal”, advirtió Fernández Boccardo.
Uno de los ejes centrales fue la ausencia de perspectiva de género en el Poder Judicial: “Seguimos teniendo jueces y fiscales machistas que desacreditan las denuncias por abuso. El argumento de las falsas denuncias es una forma de revictimizar a las madres protectoras”, afirmó.
También alertó sobre los proyectos legislativos que buscan penalizar a las mujeres que denuncian violencia: “Eso va a generar miedo y desaliento para denunciar. Es muy grave”.
Consultada sobre la vigencia de la Ley Micaela, Fernández Boccardo lamentó el retroceso en su aplicación: “La ley exigía formación obligatoria en género para funcionarios, pero hoy no hay voluntad política de sostenerla. Incluso se habla de derogarla, lo cual sería un enorme retroceso”.
La psicóloga destacó que, además de la violencia institucional, preocupa el discurso misógino que se reproduce desde las más altas esferas del poder.“Hay una degradación del lenguaje político, con expresiones violentas, obscenas y machistas. Cuando eso viene del propio presidente o de sus funcionarios, legitima y amplifica la violencia social”, dijo.
Por último, llamó a reflexionar sobre la responsabilidad social frente a este contexto:
“A los jóvenes, sobre todo a los varones, les diría que no confundan la violencia con fortaleza. Hay que revisar qué tipo de líderes elegimos y qué valores representan. No todo lo que se muestra como fuerza es poder real; muchas veces es debilidad y miedo”, expresó.
Fernández Boccardo concluyó que la salida frente al avance conservador debe construirse colectivamente: “La conclusión del congreso fue seguir encontrándonos, teorizando y resistiendo. Hay que reconstruir los lazos sociales y sostener la lucha por los derechos conquistados”.