Octubre Rosa: la prevención sigue siendo la clave para ganarle al cáncer de mama

En diálogo con el Dr. Lisandro Benítez Gil, mastólogo y director del CEMA, el profesional destacó en la columna de salud del Dr. Juan Carlos Singereisky la importancia de los controles anuales, el diagnóstico temprano y el rol del sistema de salud en garantizar el acceso a estudios preventivos.

En el marco del Octubre Rosa, mes de sensibilización sobre el cáncer de mama, el Dr. Lisandro Benítez Gil, mastólogo y director del CEMA, dialogó con el Dr. Juan Carlos Singereisky en su columna de salud, donde compartió una mirada integral sobre la prevención y los desafíos actuales en torno a la detección temprana.

“El cáncer de mama es una enfermedad que, diagnosticada a tiempo, tiene un altísimo porcentaje de curación”, remarcó Benítez Gil, explicando que la detección precoz permite tratamientos menos invasivos y con mejores resultados: “Una lesión de un centímetro o menos, en una mujer posmenopáusica y con ganglios axilares negativos, tiene un 90% de posibilidades de curarse sólo con cirugía”.

El especialista enfatizó la necesidad de realizar controles periódicos, particularmente mamografías anuales a partir de los 40 años, acompañadas de ecografías según indicación médica. “El control no debe ser sólo un estudio, sino parte de una relación de confianza con el médico o médica de cabecera, que conozca la historia, los miedos y las fragilidades de cada paciente”, explicó.

Sin embargo, también advirtió sobre las dificultades estructurales que muchas mujeres enfrentan para acceder a la atención médica oportuna. “Hay mujeres que descubren algo, intentan hacerse un estudio y les dan turno recién tres meses después. Ahí el sistema falla. No se trata sólo de concientizar, sino también de garantizar que la respuesta esté disponible”, señaló.

Consultado sobre los factores de riesgo, Benítez Gil explicó que la edad y el género son determinantes, pero que existen hábitos saludables que pueden reducir las probabilidades de desarrollar la enfermedad: “La actividad física, una alimentación equilibrada con más verduras y menos grasas animales, y el control de enfermedades como la hipertensión o la diabetes ayudan no sólo a reducir el riesgo de cáncer, sino a mejorar la calidad de vida en general”.

El médico también llamó a desmitificar ciertas creencias: “El cáncer de mama no es una enfermedad incurable. Detectado a tiempo, tiene un tratamiento eficaz. Tampoco es cierto que la herencia determine el destino: sólo el 8 o 10% de los casos tienen un componente genético”.

Finalmente, Benítez Gil insistió en la importancia de transformar la cultura del control en un hábito sostenido: “El mes de octubre es todo el año. La mamografía que sirve es la que se hace. No importa si es con el último equipo o uno más sencillo; lo importante es no dejar de controlarse”.