En diálogo con Enlace de Noticias, el secretario general de la UOM Villa Constitución, Pablo González, brindó detalles sobre el inicio del ciclo lectivo en el Centro de Capacitación Alberto Piccinini, destacando el valor estratégico de la formación en oficios. Además, advirtió sobre la delicada situación que atraviesa la planta siderúrgica Acindar y reflexionó sobre el impacto de las políticas económicas del gobierno nacional en la industria metalúrgica.
Con un fuerte compromiso por la formación profesional gratuita y de calidad, el Centro de Capacitación “Alberto Piccinini” de Villa Constitución abrió su ciclo lectivo 2025 con más de veinte propuestas técnicas disponibles para trabajadores y vecinos de la región. Pablo González, secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) local, destacó el alcance de esta iniciativa: “Le damos la posibilidad de una herramienta, en un país complejo con el empleo, de formarse a todos nuestros vecinos y vecinas y a las localidades alrededor de Villa Constitución”. Los cursos, que van desde soldadura y electricidad hasta informática y manejo de maquinarias viales, alcanzan a más de 450 alumnos por semestre.
El centro, que funciona desde 2017 con aportes de la UOM local, la municipalidad y el Ministerio de Trabajo, cuenta con una amplia demanda. “Tenemos siempre muchos más pedidos por curso que la disponibilidad que tenemos. Hay una necesidad muy grande de formarse, por suerte, de la gente”, afirmó González, quien además subrayó la importancia del acceso gratuito a estos saberes técnicos, particularmente para personas desempleadas que no podrían afrontar los costos de una formación privada. Una de las novedades es un curso de PLC, tecnología clave en automatización industrial, que en el ámbito privado suele tener un costo muy elevado.
En términos de la inserción laboral que permiten los cursos, González fue claro: “Hoy con un mercado laboral a la baja, te tengo que decir que este año va a ser muy difícil”. Sin embargo, resaltó experiencias positivas previas, como cursos destinados a mujeres, articulados con la Municipalidad y con servicios de cuidado infantil incluidos, que derivaron en contrataciones en talleres y empresas locales, aunque con una notable excepción. “Acindar fue la única empresa que no tomó a nadie. Es la única empresa con la que siempre estamos de punta, porque quiere sacar ventaja en algo que no debería”, denunció el dirigente, marcando una relación tensa con la principal firma siderúrgica de la ciudad.

Un golpe al corazón productivo de la Región
La situación en Acindar es crítica. Según González, “estamos viviendo el peor tiempo de Acindar que nos pueda tocar vivir”. Con un horno completamente detenido y el otro funcionando apenas hasta agosto, la producción de acería está drásticamente reducida. “La planta de reducción directa va a trabajar hasta fin de mes y después para hasta el 20 de agosto”, explicó, lo que afecta la fabricación de insumos claves como alambre, hierro de construcción y piezas para el mercado automotor. A pesar de que entre un 70 y 75% de la planta sigue trabajando, la ausencia de horas extras y la caída del salario real golpean con fuerza. “No estamos resolviendo la paritaria de la rama 21. Venimos recibiendo anticipos que no se trasladan al recibo de sueldo”.
“Estamos atravesando un momento muy delicado, no solo en Acindar, sino en toda la industria metalúrgica. La caída de la actividad, la baja del consumo interno y la falta de medidas que impulsen la producción nos están afectando profundamente”. En ese sentido, detalló que la planta local de Acindar se encuentra trabajando a un 35% de su capacidad, con suspensión de turnos, adelanto de vacaciones y una marcada incertidumbre sobre lo que viene. “Esto genera una gran preocupación en las familias trabajadoras, porque se sienten desprotegidas ante un panorama donde el gobierno parece no tener una política industrial clara”, agregó.
Finalmente, el dirigente expresó preocupación por el impacto que podrían tener las políticas comerciales de Estados Unidos, particularmente los aranceles impulsados por la administración Trump. “Si mucho acero de China está colocado en Estados Unidos y empieza a buscar nuevos mercados, se va a empezar a inundar Argentina de acero”, advirtió. “Vamos a empezar a tener competencia interna de plantas del mismo grupo, e incluso de China”, concluyó González.
En un panorama marcado por la incertidumbre y el deterioro de la industria nacional, la formación técnica emerge no solo como un salvavidas momentáneo, sino como una herramienta fundamental para resistir la crisis.
Para más información sobre los cursos, comunicarse al 336 454-5747 o al Facebook de la UOM de Villa Constitución.
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