En una charla amena y sabrosa, Nandi, creadora de Sabor y Arte, compartió cómo es el trabajo artesanal detrás de cada torta personalizada, mesa dulce y bombón casero. Con dedicación, técnica y mucha pasión, esta pastelera de Pueblo Esther transforma cada evento en un momento inolvidable.
En el estudio de Radio Nace, el aroma imaginario a vainilla, chocolate y dulce de leche se coló entre los micrófonos. No podía ser de otra manera: Nandi, la pastelera detrás de Sabor y Arte, llegó a la radio para conversar sobre su emprendimiento, acompañada por un invitado especial: Bauti, su bebé de tres meses, que entre mimos y chupete también fue protagonista.
“La pastelería es técnica, tiempo y paciencia”, repitió varias veces Nandi durante la entrevista. Y no es una exageración. Detrás de cada torta hay un proceso largo, delicado y personalizado que puede llevar hasta tres semanas de trabajo, como en el caso de las tortas de bodas. “La gente a veces se asusta con los precios, pero no imagina todo lo que hay detrás: pruebas, decoraciones, planificación, conservación y calidad de materia prima”, explicó.

La propuesta de Sabor y Arte incluye tortas personalizadas, galletitas decoradas, alfajores de colores, popcakes, box materos, bombones caseros, macarons y mucho más. Para cada producto, se cuida el diseño tanto como el sabor, y se trabaja con ingredientes de calidad. “Prefiero usar buena materia prima aunque salga un poco más caro, porque se nota en el sabor y en la textura. Eso hace que los clientes vuelvan”, aseguró.
El desafío de trabajar con humedad y calor —enemigos eternos de la repostería— fue otro de los temas destacados. “He llorado haciendo tortas. El buttercream se derrite, la pasta de forrar se humedece, el glacé se cae… es una batalla”, confesó entre risas. Sin embargo, el clima frío ayuda, y en esta temporada crece la demanda de productos como los bombones artesanales, ideales para regalar en fechas especiales como el Día del Padre.

Sobre estos dulces, Nandi contó que prepara variedades rellenas de menta, bananita dolca, frutas o ganache, y que una cajita de medio kilo puede incluir ¡hasta 50 unidades! “Están buenísimos para acompañar un café después de la cena o como detalle para alguien especial. Además, al ser caseros, no tienen conservantes ni aditivos industriales”, destacó.
También conversamos sobre los macarons, esos pequeños y coloridos caprichos de la repostería que requieren precisión quirúrgica. “Hice cinco cursos para que me salgan bien. Son carísimos porque la harina de almendras no tiene gluten y hay que cuidar todo: la humedad, la temperatura, los tiempos”, relató. Y aunque algunos clientes los confundan con “alfajorcitos de colores”, el resultado final es una joya pastelera que conquista a los paladares más exigentes.
La entrevista fue un repaso delicioso por el mundo de la repostería artesanal y también una reivindicación del trabajo invisible de quienes ponen creatividad, cuerpo y tiempo al servicio de lo dulce. “Todo lo hacemos a mano, personalizado, con dedicación. Y eso tiene un valor, porque es tiempo de vida, es arte y es sabor”, cerró Nandi.
Sabor y Arte se encuentra en redes como @saboriarte_1 y podés hacer tus pedidos o consultas al 3417 48 41 63. Tortas, galletitas, box dulces, bombones o postres: todo lo que imagines puede transformarse en un bocado inolvidable. Y si no sabés qué regalar, Nandi te da una pista: “A nadie le cae mal un buen chocolate hecho con amor”.
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