La Orden. La lucha por una Nueva Rosario está en marcha.

Por Settimo

Tras años de silencio, los padres de Carla reaparecen. Verdades dolorosas emergen: traición, exilio, campos de concentración. Andrés se quiebra. Luis lo sabía. La Resistencia despierta: el contraataque comienza desde adentro.

#16 — L1 — El plan

La noticia de la aparición de los padres de Carla nos dejo desconcertados. Luego de ponernos al día se decidió una reunión para idear algún tipo de plan a seguir.

Al llegar a la reunión, en una gran mesa redonda se encontraba: parte de el grupo de Arloro; Martín y Laura, junto a la cúpula de la LFL; Scaglia, con sus guardaespaldas; y las Adrianas. Los viejos fantasmas de los tiempos de rebeldía volvían, aunque Luis ya no estaba entre nosotros. Mi cuerpo me lo avisaba.

Arloro adusto nos invitó a sentarnos. Andrés seguía serio e incómodo. La pantalla, en frente nuestro, se encendió y se escuchó una voz muy conocida.

—¿Y esa cara, pensaste que te iba a traicionar? —En el monitor apareció Raúl Grande, con una sonrisa enorme, y a su lado estaba el Canciller Roberto Chichoni.

De pronto, un desconocido integrante de la reunión se irguió firmemente haciendo la venia y gritó, mirando la pantalla, en un castellano extraño:

—¡Comandante Skaa Lee , Cabo Lagostena a sus órdenes!…—Todos nos miramos, jamás habíamos escuchado ese apodo y menos identificado con Raúl.

—¿Dijo comandante?… ¿ Skaa Lee ?—me susurró Andrés.

—¡Descanse, Cabo!—contestó Grande—, mejor dejemos el pasado tranquilo.

Sumimasen …—respondió el muchacho haciendo una reverencia oriental.

—Vale… —dijo Arloro, con pausa y ceño fruncido—. No hay ya lugar para fábulas. Atrevámonos al asunto que nos convoca —añadió, retomando el relato, mientras observaba cómo el extraño miembro se sentaba robóticamente.

El Negro me miró frunciendo el ceño, tampoco sabía qué carajos pasaba, preferí no ahondar en ello.

—Si, volvamos a lo nuestro. ¿La vía de comunicación es segura?—preguntó Chichoni en medio de una señal que se entrecortaba a ratos.

—No os angustiéis, canciller; la señal está cifrada en múltiples lenguas y rutas. Cualquier intento de intromisión vagará por el orbe antes de topar con nosotros. Ahora pues, ya que hallamosnos todos aquí, demos inicio al plan para la toma del Arsenal.

Un gran dispositivo se encendió en el centro de la mesa apareciendo imágenes tridimensionales y Arloro comenzó a exponer su Plan de acción.

—Hallámonos en el corazón del Distrito de la Primera , flanqueando el Monumento a la Bandera . La entrada mayor a la Secretaría de Promoción Social —fachada falaz del Arsenal— asoma por calle Santa Fe . Por ella acceden los civiles, y en una de sus dependencias se halla la sala de guardia.

El otro ingreso, por el Bajo Belgrano , conecta con el sector del antiguo complejo de natación, hoy transformado en depósitos y galpones que lindan con la Secretaría. Allí también moran puestos de guardia de los Cascos, y sobre los altos del viejo gimnasio se encuentra otra armería…

Mientras hablaba y movía sus manos en el holograma mi mente despertaba e iba atando cabos, algo me incomodaba. Arloro tenía un plan y yo…, mil dudas. Sabía que su amor propio había sido tocado desde la derrota en el Congo y temía que ese intento de redimir su pasado de derrota tratando de liberar su sufrimiento ultimara definitivamente a la resistencia. Sin embargo, los tiempos eran cada vez más limitados, Luis ya no estaba entre nosotros y alguna acción se debería librar. Visualizando que Raúl Grande y el canciller Roberto Chichoni se encontraban de nuestro lado dejé que tomara el control, de igual modo él era el mejor y lo dejé explayarse. Seguí escuchando.

—…el personal del Comando yace compuesto, entre empleados administrativos y profesionales, por 35 civiles y 25 militares. Todos cumplen horario de 7:30 a 13:00, salvo el jefe de turno. La guardia está integrada por 12 soldados, un sargento y un cabo, que permanecen las 24 horas. Hay dos seccionales de policía cercanas. ¿Es así, Grande?

—Exacto—contestó Raúl desde la pantalla—. El sábado 26 es la fiesta de “La Reivindicación” , aniversario de la Gran Bomba que cayó en el norte de América en 2015 y acabó con la vida de más de ciento ochenta millones de personas, después de los “ahora prohibidos” festejos de La Navidad…:

Jamás olvidaré sus explicaciones:

… “La usamos para acortar la agonía de la guerra, para salvar las vidas de miles y miles de personas del mundo que caerían en la dejadez y suciedad de sus almas”…

Así se justifican, en fin… junto a Chichoni vamos a estar invitados a la gran fiesta y la inauguración del nuevo salón de eventos re modelado “NewBulldogge” —ex NewDogos—, van a estar las grandes personalidades de la ciudad y va a ser imposible no asistir, sospecharían y quedaríamos pegados.

Los contactos están relevados, Arloro. Los primeros guardias fueron sobornados bajo el pretexto de robar solo algún que otro fusil en la sala de armas de la parte superior del complejo, lo demás permanece en sus manos.

—Sea, entonces… —continuó Arloro—. He despachado mensajes para que un puñado de nuestros fieles ataque las seccionales vecinas, así distraeremos a las fuerzas del orden. Y si a ello sumamos los centinelas ocupados en la celebración, la Secretaría se hallará con no más del cuarenta por ciento de su guarnición.

Las Adrianas dividiránse en dos columnas. Una acometerá la Seccional 2ª de Paraguay y San Juan ; la otra, el destacamento de la Policía Federal en la calle 9 de Julio, junto a Ayacucho. Tras el engaño, marcharemos nosotros. Vos, Grande, manteneos firmes en el embuste, dadnos tiempo, siempre vigilante, siempre fiel.

Andrés y vos —dijo señalándome—, guiaréis un escuadrón hacia la azotea de la Municipalidad , la cúpula de la Catedral y el Propileo del Monumento . Desde tales alturas, con fuego de francotirador, deberéis hostigar la entrada mayor por Santa Fe.

Nosotros, junto a Martín, Laura y el séquito de Scaglia, ingresaremos por las entrañas de la ciudad, desde el antiguo túnel de Ágata Galiffi , cerca de la escultura de “El Sembrador” . El trayecto subterráneo nos llevará hasta el segundo subsuelo de la Secretaría. Son dos kilómetros de penumbra. Allí volaremos el deposito oculto>>>> y tomaremos el arsenal.

Buscaremos evitar el derramamiento de sangre. Pretendemos repetir la proeza que Ibarbia realizara en febrero, antes de la caída de Vasconia, cuando se tomó un Batallón de Comunicaciones y se extrajo armamento sin un solo muerto.

Toda la operación llevará veinte minutos. Estaréis unidos mediante comunicadores y rastreadores subcutáneos. Si accedéis, y si todo sale según lo previsto, la victoria será nuestra.

El plan sonaba cumplible el Negro y yo aceptamos, solo faltaba concretarlo. Scaglia se levantó pausadamente con la ayuda de su bastón…

—Señores…, la recuperación de Nueva Rosario depende de ustedes, un vecchio come me solo puede animarlos, tampoco ofreceré ninguna arenga Sanmartiniana, ya todos deben conocerlas, solo les repetiré la frase que porto con me de aquel líder que rináscere eternamente…

¡Che il premio allo sforzo sea la Libertà di ottenere!