El miércoles 17 de septiembre se llevó a cabo la tercera marcha federal en defensa de la educación, la cual surgió como una respuesta frente al intento del gobierno de vetar la Ley de Financiamiento Universitario. En Rosario, cerca de 60.000 personas se hicieron presentes para acompañar el reclamo.
Por Camila Solari
Mientras en la Cámara de Diputados se debatía el veto impulsado por Milei, desde La Quiaca hasta Ushuaia, los estudiantes salieron a las calles para defender algo que les pertenece. Algo que desde hace ya mucho tiempo hicieron suyo: la educación pública. Una vez más la juventud le hizo honor a la historia que los precede. Una historia que, tras décadas de lucha, dejó marcado a fuego que la educación no se toca y no se negocia. Además, esta jornada tuvo como antesala un nuevo aniversario de la Noche de Los Lápices, un hecho que se convirtió en un emblema de lucha y en un símbolo de resistencia para los estudiantes.
Frente a los brutales ataques de este gobierno facista contra uno de los bastiones fundamentales de este país, el pueblo salió con uñas y dientes a defender nuestro sistema educativo. Un sistema que es reconocido internacionalmente no solo por ser completamente gratuito, sino por su nivel de excelencia a la hora de formar profesionales.
Si bien los jóvenes fueron los protagonistas de la multitudinaria marcha, también estuvieron presentes docentes, no docentes, egresados, profesionales de la salud, profesionales de la ciencia y la tecnología, trabajadores, jubilados, personas con discapacidad, múltiples agrupaciones políticas y organizaciones sociales, entre otros. Y es que esta marcha no solo se trató de un reclamo por el presupuesto educativo, sino que fue la expresión de un malestar más amplio, que atraviesa transversalmente a una sociedad que sufre debido al ajuste económico y a las políticas crueles de este gobierno, que en nombre del equilibrio fiscal, han puesto en jaque nuestro futuro.
En Rosario la convocatoria comenzó desde las 16 en la plaza San Martín para marchar hacia Puerto Joven donde se siguió la sesión en vivo. Cerca de las 17 horas, mientras la movilización se encontraba aún por calle Santa Fe, fue el momento de la votación en el recinto.
Con 174 votos a favor de la ley, 67 en contra y dos abstenciones, la Cámara de Diputados rechazó el veto, y a eso le siguieron festejos, abrazos, gritos de desahogo y mucha emoción. Fue la firmeza indeclinable de los estudiantes, y su inmensa gratitud con la educación, lo que ejerció la presión necesaria para que los legisladores no olvidaran su compromiso con el pueblo y así poder frenar a Milei.
Esta marcha federal universitaria expuso algo más que el ajuste. Evidenció la voluntad de miles y miles de argentinos de defender una idea de país en donde el Estado garantice el derecho a la educación pública, gratuita y de calidad, el derecho a la salud pública e invierta en ciencia y tecnología. Una vez más – y como es costumbre- los estudiantes estuvieron a la altura y marcaron la cancha. La educación no es un gasto para el presente, es siempre, una inversión para el futuro.