En una nueva edición de la columna de salud animal, la médica veterinaria Ornella Rubino compartió herramientas prácticas para mejorar la alimentación de perros y gatos, desde cómo leer etiquetas de alimentos balanceados hasta incorporar opciones naturales de forma segura. Mitos, cuidados y recomendaciones para una nutrición más consciente y saludable.
Hablar de alimentación saludable no es solo una tendencia humana. En el universo de las mascotas, cada vez más tutores se preguntan qué hay en el plato de sus perros y gatos, y cómo pueden mejorar su calidad de vida desde la nutrición. Así lo explicó la médica veterinaria Ornella Rubino en su columna en Radio Enlace, donde abordó en profundidad el tema de la alimentación de los animales domésticos con un enfoque práctico, educativo y accesible.
Uno de los principales ejes de la charla fue la importancia de saber leer las etiquetas de los alimentos balanceados. “Muchas veces nos dejamos llevar por el frente del paquete, por la imagen o el marketing, pero lo importante está en el dorso, donde figura la lista de ingredientes y la composición nutricional”, advirtió. Allí, detalló, los ingredientes aparecen ordenados de mayor a menor proporción, lo que permite detectar si el alimento tiene, por ejemplo, una base de proteínas de origen animal o está sobrecargado de hidratos de carbono como arroz, maíz o trigo.
“No está mal que tenga hidratos, pero lo ideal es que no sean los principales ingredientes”, explicó. También remarcó que es preferible que se indique con claridad de qué carne provienen las proteínas, en lugar de frases genéricas como “harina de carne”, y que es importante evitar aquellos alimentos con muchos saborizantes, colorantes y conservantes artificiales. Algunos de ellos, como los denominados BHA o BHT, ya están prohibidos en otros países por sus posibles efectos adversos, pero aún se utilizan en productos del mercado local.
Otro mito frecuente es el de que “si es caro, es bueno”. Según la profesional, no siempre el precio refleja la calidad: “A veces estamos pagando la marca, no la materia prima. Lo importante es tener herramientas para comparar por composición, no por marketing”.
Un punto no menor que suele pasar desapercibido es el modo de almacenar y conservar los alimentos, sobre todo aquellos que se venden sueltos. Rubino explicó que, si bien es habitual por cuestiones económicas comprar alimento sin envase original, eso implica riesgos: “El alimento puede enranciarse por la exposición al calor, al oxígeno y a la humedad. Eso degrada las grasas, altera el sabor y genera compuestos no saludables”. Su recomendación: conservarlo en un lugar fresco, cerrado y alejado de la luz, y no comprar grandes cantidades si el animal es pequeño.
Más allá del alimento seco, la charla avanzó sobre cómo incorporar alimentos cocidos o crudos en una dieta mixta, siempre con precaución. “Una forma simple de mejorar la calidad del alimento balanceado es sumar ingredientes naturales: calabaza cocida, huevo, carnes selladas, alguna verdura cocida. Evitar siempre salsas, condimentos, cebolla y ajo”, indicó. También es posible usar enlatados de buena calidad o preparaciones caseras específicas, como caldos o sopas de zanahoria para casos de diarrea.
En el caso de los gatos, el desafío suele ser mayor. “Son más reticentes a lo nuevo por una cuestión de supervivencia. Hay que ir de a poco, con paciencia, identificando qué les gusta y usarlo como incentivo: un poquito de atún, un yogur natural, queso crema. No rendirse si al principio lo rechazan”, sugirió.
Otra consulta frecuente es si se puede compartir “la sobra de la comida humana”. Según Rubino, depende: “Si está muy condimentada o con ingredientes no recomendables, mejor no. Pero si cocinamos una calabaza o arroz blanco, puede ser útil”.
También se habló de los cuidados especiales en invierno. En esta época del año, es importante entibiar los alimentos antes de servirlos, para facilitar la digestión y ayudar a mantener la temperatura corporal del animal. “El frío influye, y si bien hay razas que toleran mejor, otras necesitan abrigo. Si se usan ropas, hay que colocarlas por tiempos limitados para evitar que se anude el pelo o se irrite la piel”, aclaró.
En relación a la calefacción, recomendó no abusar: “Ambientes muy calefaccionados entorpecen la termorregulación natural. Lo mejor es que el cambio térmico con el exterior no sea tan brusco y que los espacios estén ventilados”.
Finalmente, Rubino recordó que la mejor forma de aprender más es capacitarse. Por eso ofrece un taller online —accesible a través de sus redes o por mensaje directo— que incluye contenidos sobre dietas mixtas, recetas caseras, caldos, indicaciones para uso de huesos recreativos y herramientas para quienes quieran mejorar la dieta de sus mascotas pero no puedan prescindir del alimento seco.
“El alimento no es solo comida: es salud, bienestar, prevención y vínculo. Y es una gran forma de cuidarlos como ellos nos cuidan a nosotros”, concluyó. La próxima edición de su columna será en quince días, con más contenidos sobre salud animal y consejos útiles para compartir con quienes nos acompañan todos los días.
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