Alguna vez, hace unos 4 años, aparecieron dos pibes en la puerta de mi casa, era febrero de 2019, veníamos bastante fusilados después de cuatro años de macrismo y comenzaba un año electoral. Los dos Flacos parados en la vereda dicen: “nos dijeron que ustedes son peronistas y que tiene ganas de hacer cosas acá en el pueblo” “nosotros queremos hacer algo, porque acá nadie discute política y nos cansamos de hablar entre nosotros” no se si esas fueron las palabras textuales, pero yo las recuerdo así.
Un mes después de ese acontecimiento, conmemoramos por primera vez en la ciudad, el 24 de marzo, día de la memoria, por la verdad y la justicia.
Pensé: ¿cómo acompañar eso? “los pibes queremos hacer política y en el peronismo”. Todo un desafío y casi una novedad, de la misma manera que es una novedad cuando un pibe o una piba se acerca a la Casa de la Cultura N. Kirchner a ver qué onda; entonces me pregunto ¿porque seria eso una novedad?
Para comenzar, vivimos un momento histórico en el que culturalmente gobierna la inme-diatez, la vida en las redes omite el encuentro y ahí todo vale. Vale bardearse, ningunear al otro hasta denigrarlo. A tono con lo que sucede en los medios de comunicación y con ciertos políticos de la derecha más brutal y recalcitrante.
No pinta encontrarse, hacer cuerpo con otros para participar, capacitarse, producir desde la política para cambiar la realidad de los que peor la pasan. Parece que ya no es posible, no existe, es como ver un perro verde.
Vivimos una época de incertidumbre, con vínculos fisurados, con la necesidad de producir palabras más elaboradas que en un hilo de twitter e imágenes más potentes que beboteos en
Instagram.
Nosotros arrancamos, fuimos muchos, después pocos, pero hemos andado y como diría el general andando se acomodan los melones. Necesitamos relatos de identidades e historias, que cuenten donde están las pibas y los pibes en esta ciudad, que digan que piensan, que sienten, que hacen cada día, que sueñan.
Nos plantamos a cara de perro, por eso lo que van a leer de ahora en adelante y cada mes, es una publicación que como verán tiene un equipo editorial sostenido en la Casa de la Cultura Néstor Kirchner, que se propone en cada número que los artículos, entrevistas, histo-rietas, fotos o lo que pinte, estén protagonizados por cada lector interpelado o conmovido lo suficiente como para tomar el bastón de mariscal y hacerlo propio acá.