Enfocándose, desde mi lugar, que es el deporte, está complicado. No hay salida laboral como para poder profesionalizarse, tampoco se está cobrando como para vivir de la pro-fesión. Si o si, hay que tener otros trabajos. A mí me implicó tener que irme a buscarlo
fuera de la ciudad, por más que yo me sentía bien acá.
¿Quién es Valentina y a que se dedica?
Mí nombre es Valentina Juncos, tengo 20 años. Nací en Rosario y a los 11 años
me mudé al pueblo; cursé la primaria y secundaria y ahora estoy estudiando Farmacia.
Vivo en el barrio que está detrás de la cancha del Club Caju, por la calle Cepeda.
¿Cuál era tu sueño de niña?
Estar con mi familia, terminar mi carrera. Me gustaba veterinaria, dado que me gustan mucho los animales, pero bueno, era un largo camino hasta Casilda, así que opté por Far-macia.
¿Cómo te resulta el cursado en la universidad?
Para cursar tengo que ir a Rosario, tengo el BEG. Lo que pasa es que se me complica ir a la mañana por el tema de la frecuencia y que la mayoría de las veces no paran los colecti-vos, con lo cual llego tarde. Y al ser aulas supernumerarias, no puedo entrar a escuchar la clase.
¿Cómo te trasladas desde tu casa a la parada del cole?, dado que son muchas cuadras.
Me lleva mi mamá en moto y después a mi hermana a la secundaria.
¿Cómo ves la ciudad en relación a les jóvenes después de la secundaria?
No interesa lo que hacen los chicos después de que terminan la secundaria. Después de la secundaria, cada uno hace su vida, como que se termina la relación con la ciudad. Los que consiguen trabajo te los cruzas, en el bar, en algún kiosco. Antes se veía más a la juventud haciendo música, tocando instrumentos, ahora no se ve.
Reflexión final.
Me gustaría que mi ciudad tenga una oficina de empleo, para que los jóvenes puedan conseguir un mejor trabajo. Que esté la posibilidad de cursos, también que nos enseñen como armar un curriculum. Que mejore la atención en salud así no tenés que ir a Rosario.
En un futuro me veo recibida y trabajando en otro lado, dado que no veo oportunidades.