Con entrada libre y una propuesta que combina exposición de vehículos clásicos, música en vivo, tatuajes, gastronomía y emprendimientos locales, el sábado 10 a las 11 hs el Museo Bar El Triunfo abre sus puertas para una nueva jornada cultural que ya es un clásico en Pueblo Esther.
El sábado 10, desde las 11 de la mañana, el Museo Bar El Triunfo vuelve a ser epicentro de una experiencia que combina fierros, rock, arte y encuentro comunitario en Pueblo Esther. Ubicado en Santiago del Estero y Bolívar, el espacio impulsado por Pablo —coleccionista y restaurador de motos y objetos antiguos—, junto a Patricia en la coordinación artística, se consolida como un punto de encuentro para amantes de las motos, los autos clásicos y las propuestas culturales al aire libre.
“El lugar empezó como un quincho entre amigos y hoy es un museo bar que reúne motos antiguas, autos, objetos retro y mucha gente que vibra con los fierros y la música”, cuenta Pablo. La jornada de este sábado incluirá exposición de vehículos clásicos, buffet con pizzas, hamburguesas, choripanes y empanadas, barra con tragos y cerveza artesanal de Ester Town, y una parrillada completa (con ensalada, postre, bebida y gaseosa) por $25.000, con reserva previa al 341-5101418. La entrada es libre y gratuita, y solo se pide llevar cubiertos completos para quienes opten por la parrilla.
La propuesta se completa con el show en vivo de Rebeldes, una banda rosarina tributo a La Renga que ha sido telonera de la banda original, y la participación de la tatuadora Saru, también de Rosario, quien estará tatuando en vivo. Además, se suma un stand de la tabaquería local Mono Ahumado, que se incorpora por primera vez al evento.
“El evento se hace dos veces al mes y siempre tratamos de darle lugar a artistas y emprendedores locales. Es un espacio abierto, que crece con cada propuesta”, destaca Patricia, quien se integró al equipo tras una presentación de su banda y hoy organiza la programación cultural del lugar.
El Museo Bar El Triunfo, además, se prepara para inaugurar en los próximos meses una calesita restaurada que funcionará en la esquina del predio como parte de su espíritu de recuperar objetos con historia y compartirlos con la comunidad. “La idea es invitar a chicos de las escuelas, mostrarles las cosas antiguas que ya no conocen, como radios, videocaseteras o máquinas de escribir. Que sea un lugar de encuentro y memoria”, afirman.
El evento se suspende por lluvia, aunque el pronóstico acompaña para vivir una jornada al aire libre con mucha cultura popular. El Triunfo ya no es solo un museo ni solo un bar: es un espacio de identidad local en pleno crecimiento.
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