Controles ginecológicos y métodos anticonceptivos: la salud femenina en el centro del debate

El Dr. Juan Carlos Singereisky aborda la importancia de los controles ginecológicos anuales, el autoexamen mamario, y la planificación familiar en tiempos de crisis, destacando el acceso limitado a métodos anticonceptivos y el rol de la salud pública en prevención de enfermedades.

En su columna semanal, el Dr. Juan Carlos Singereisky, ginecólogo y obstetra especializado en diagnóstico por imagen, resaltó la relevancia de que las mujeres tomen las riendas de su cuidado ginecológico, especialmente en el actual contexto económico y social.

El autocuidado, un primer paso esencial
El especialista subrayó la importancia de que las mujeres se reconozcan y se familiaricen con su cuerpo como parte del autocuidado. “Mirarse al espejo, tocarse y observar cambios en las mamas o en la piel es clave para detectar anomalías que puedan requerir atención médica”, explicó. Este hábito, según Singereisky, debe complementarse con un control ginecológico anual que incluya pruebas básicas como el Papanicolaou y, según la edad, ecografías mamarias y ginecológicas.

Acceso desigual a la salud pública
El Dr. Singereisky hizo énfasis en las dificultades que enfrentan las mujeres para acceder a controles de rutina, especialmente aquellas que dependen del sistema de salud pública. “La salud pública debería salir a buscar al paciente y prevenir enfermedades, pero en este momento eso no ocurre”, criticó, llamando a redoblar esfuerzos para no descuidar los cheques anuales.

Planificación familiar: derechos y desafíos
Otro eje central de su columna fue la planificación familiar, una dimensión crítica del cuidado personal. Juan Carlos destacó la falta de distribución de conservantes y anticonceptivos gratuitos en el sistema de salud pública, lo que dificulta el acceso a métodos preventivos. “Prevenir no solo es una cuestión de libertad individual, sino de evitar consecuencias graves como embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual”, afirmó.

Además, aclaró dudas frecuentes sobre métodos anticonceptivos como el DIU, desmintiendo mitos que lo califican de abortivo y señalando que es apto para mujeres de todas las edades, incluso aquellas que no han tenido hijos. También destacó la importancia de los métodos de barrera como los conservantes para prevenir infecciones.

Anticoncepción masculina: un camino por recorrer
El ginecólogo también llamó la atención sobre la responsabilidad masculina en la planificación familiar. Aunque reconoció que los métodos disponibles para hombres son limitados, como el preservativo y la vasectomía, abogó por una mayor difusión de estos métodos y una conversación abierta en las parejas. “La decisión debe ser consensuada, pero al final, la mujer tiene la última palabra porque las consecuencias recaen principalmente en su cuerpo”, concluyó.

Reflexión final
El Dr. Juan Carlos Singereisky cerró su columna enfatizando que la prevención es la base de una vida saludable y que la responsabilidad del cuidado debe ser compartida, pero con un fuerte llamado a mejorar el acceso y las políticas de salud pública en favor de todas las mujeres.

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