Olga Marquez, representante de la Mesa Coordinadora de Jubilados dentro del Frente de Jubilados en Lucha (Frejel), nos contó su experiencia desde Rosario, donde junto a otros jubilados y trabajadores se movilizan todas las semanas en defensa de sus derechos.
El pasado miércoles, la represión ejercida contra la marcha de los jubilados en Buenos Aires dejó en evidencia la brutalidad del gobierno de Javier Milei y de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Olga Marquez, representante de la Mesa Coordinadora de Jubilados dentro del Frente de Jubilados en Lucha (Frejel), nos contó su experiencia desde Rosario, donde junto a otros jubilados y trabajadores se movilizan todas las semanas en defensa de sus derechos. Su testimonio no solo refleja la lucha del sector pasivo, sino también la historia de resistencia de un pueblo golpeado pero no vencido.
Una historia de lucha incansable
Olga ha dedicado décadas a la defensa de los derechos de los jubilados y pensionados. “Nosotros llevamos más de 40 años en la Mesa Coordinadora, bregando por la unidad de los explotados, de todos los que sufrimos este sistema asesino”, afirmó con firmeza. Según su testimonio, la convocatoria del miércoles en Rosario fue masiva, con una plaza y calles colmadas de manifestantes. Sin embargo, mientras protestaban pacíficamente, se enteraron en vivo de la represión desatada en Buenos Aires. “No es la primera vez que sucede algo así”, lamentó.
Memoria histórica y concientización
Para Olga, una de las causas del retroceso en los derechos jubilatorios es la falta de conocimiento sobre la historia de las luchas sociales. “Hace falta que la historia de las luchas sea conocida por nuestros alumnos, por los papás de los chicos, por todos”, sostuvió. En su opinión, los derechos adquiridos no fueron regalos, sino conquistas logradas con movilización y sacrificio. “Recibimos dictaduras, nos golpearon, nos cercenaron derechos, y el pueblo siempre tuvo que pelear por estar mejor”.
La crisis del sistema jubilatorio
La situación económica de los jubilados es crítica. “Estamos reclamando un aumento inmediato de haberes. Hoy un jubilado cobra entre 289 mil y 350 mil pesos, mientras que la canasta básica está en torno a 1.5 millones”, denunció. Además, alertó sobre la eliminación de la moratoria previsional, lo que impedirá que muchas personas accedan a una jubilación. “La gente cree que la moratoria era un regalo, pero no. Quienes se jubilaban por esa vía pagaban su deuda en cuotas”, explicó, enfatizando que la falta de aportes no es responsabilidad del trabajador, sino del empleador que no realizó los aportes correspondientes.
El vaciamiento del sistema de salud
Otro punto alarmante es el desmantelamiento del sistema de salud para jubilados. “Siempre hemos exigido el 100% de cobertura en medicamentos, porque los jubilados no estamos pidiendo limosnas, hemos aportado toda nuestra vida”, dijo. En los policlínicos PAMI 1 y 2 de Rosario, se han registrado despidos masivos y cierre de salas. “Echan médicos como si nada, cierran salas enteras y trasladan a los pacientes sin ninguna consideración”, denunció Olga, describiendo la situación como “desalmada”.
Las marchas de los jubilados y el respaldo popular
Las movilizaciones de los jubilados llevan años realizándose, pero en soledad. “Se empezaron a sumar de a poco, primero algunos gremios, luego ATE y ahora hasta hinchas de fútbol”, explicó. Contó cómo la hinchada de Chacarita decidió apoyar las marchas luego de que un jubilado reprimido llevara puesta la camiseta del club. “El pueblo es el que se organiza y resiste”, subrayó.
Reclamos y próximas movilizaciones
El pliego de reclamos de los jubilados incluye el aumento de haberes, cobertura total en medicamentos, freno a los despidos en el sistema de salud y la restitución de la moratoria previsional. “El gobierno de Milei no solo nos ignora, sino que nos ataca. No podemos permitir que nos sigan robando nuestros derechos”, enfatizó Olga.
Las movilizaciones continúan. “Este miércoles a las 17 horas nos volvemos a encontrar en Plaza San Martín, junto a compañeros de todo el país”, convocó Olga. La lucha de los jubilados sigue en pie, porque, como dice su lema histórico: “Nunca fuimos beneficiados, somos los eternos robados”.
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