En el Día Internacional de la Enfermería, Liliana Galván compartió su historia, su vocación y el trabajo que realiza junto a sus colegas en el centro de salud de Pueblo Esther. “Somos quienes estamos al lado del paciente todo el tiempo”, afirmó.
El 12 de mayo se celebró el Día Internacional de la Enfermería y, en ese marco, Radio Enlace dialogó con Liliana Galván, enfermera del SAMCo de Pueblo Esther, quien compartió con emoción su recorrido profesional y destacó la labor cotidiana que llevan adelante, muchas veces en silencio, pero con un rol central en el sistema de salud.
“Desde chica, en la escuela primaria, ya sabía que quería ser enfermera. Era mi deseo y gracias a Dios lo cumplí”, contó Lili con orgullo. “No me pesa ir a trabajar, porque amo lo que hago. Me gusta estar al lado de la gente, ayudar, estar presente. La enfermería es gran parte de mi vida”, agregó.
A lo largo de la charla, Lili remarcó que esta profesión no puede pensarse solo como una salida laboral: “Siempre les digo a las chicas que vienen a hacer pasantías que esto se tiene que sentir. Tenés que amar la enfermería para poder ejercerla bien”.
Para ella, el vínculo humano es el eje de su trabajo. “Escuchar al paciente es fundamental. Muchas veces, con una charla o unas palabras, cambiás su día. Somos quienes estamos permanentemente al lado del paciente. El médico hace las indicaciones, pero después la presencia constante es nuestra”, explicó.
Y agregó un detalle que suele pasar desapercibido: “Lo que menos me gusta es la parte administrativa. Cargar los datos en el sistema, dejar constancia de lo que hiciste. Hay que hacerlo, pero es lo menos lindo. Todo lo demás, me encanta”.
Liliana también se refirió al trabajo en el vacunatorio del SAMCo, donde cumple funciones junto a sus compañeras y compañeros. “Somos un equipo grande y hermoso. A la mañana trabajamos Agosto, Soraya, Lucila y yo. A la tarde están Valeria y Jaime. También están Hernán, que cubre los turnos más cortos, y Silvana. A veces se suman otras compañeras para las guardias”, detalló.
En relación a las campañas de vacunación vigentes, informó: “Hoy contamos con casi todas las vacunas del calendario nacional, salvo una que es momentánea y que corresponde al ingreso escolar. También tenemos la vacuna contra el dengue, que se puede colocar si cursaron la enfermedad hace más de tres meses. Y tenemos vacunas antigripales (Impal)”.
El vacunatorio funciona de lunes a viernes de 8 a 17 horas, con atención programada y espontánea. “Las mamás ya saben que pueden venir tranquilas. Tenemos un horario bastante amplio”, remarcó.
Sobre los supuestos brotes de enfermedades como sarampión, Lili llevó tranquilidad: “Lo que se está difundiendo es una campaña preventiva que sale todos los años desde Buenos Aires. Suele haber algunos casos aislados por viajes al exterior. Pero no es algo de qué alarmarse”.
Además, aseguró que el compromiso de las familias se mantiene: “No notamos que los papás traigan menos a sus hijos a vacunar. Los esquemas están bastante completos”.
En el cierre de la entrevista, Liliana agradeció los saludos recibidos por su día y, con humildad, dedicó unas palabras a toda su comunidad: “Estamos al servicio de la gente con mucho respeto y cariño. Agradezco a todos los que se acuerdan de nosotras. Esta es una profesión de entrega y la hacemos con el corazón”.
El testimonio de Lili Galván es un reflejo del trabajo silencioso, comprometido y empático que llevan adelante los y las enfermeras todos los días. En el SAMCo de Pueblo Esther, su tarea es esencial para sostener la salud de la comunidad. Y en su voz, se escucha la de muchas otras que, sin buscar reconocimiento, cuidan, acompañan y salvan.
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