En una entrevista a fondo, el médico y referente social compartió su mirada sobre el delicado momento que atraviesa el país, el impacto de la crisis en la salud física y emocional de la población, el valor de las instituciones como el club y el centro de salud, y la propuesta concreta de construir desde lo colectivo una ciudad más justa y participativa.
“Estamos viviendo un momento de mierda, y eso exige que todos pongamos el cuerpo”, sentencia sin rodeos el Dr. Juan Carlos Singereisky, médico, militante y actual candidato a concejal por la lista Somos Pueblo Esther dentro del espacio Avancemos. Desde su columna habitual sobre salud y su incansable tarea territorial, el “Moncho”, como lo llaman afectuosamente, se ha convertido en una voz reconocida por su compromiso con los vecinos.
Durante la entrevista, compartió una reflexión profunda sobre cómo la situación económica y social actual –con subas de tarifas, medicamentos, alimentos y una salud pública cada vez más deteriorada– repercute directamente en el cuerpo y el bienestar de las personas. “Decimos que el cuerpo nos pasa factura, y es real. No se puede estar bien si no tenés para comer saludablemente, para salir, para compartir. Y todo eso hoy se volvió un privilegio”, explicó.
Sin caer en tecnicismos, sostuvo que salud no es solo la ausencia de enfermedad, sino un estado integral. “Si comés arroz y huevo angustiada y sola, es un bajón. Pero si lo hacés acompañada, con una sonrisa, te hace mejor. La salud es también lo emocional, lo social”, agregó.
Además, Singereisky remarcó la importancia del club como institución clave para la salud y la integración social de niños y jóvenes. “El Club Cajú no es solo deporte. Es donde los chicos se relacionan, se cuidan, se encuentran con el otro. Por eso lo fortalecemos desde hace años, con esfuerzo real y concreto, no con fotos de campaña”, señaló, anticipando la entrega de reflectores LED y pelotas para seguir apoyando a las disciplinas locales.
En lo político, defendió el trabajo ya iniciado por la concejala Karina Capeletti desde la Casa de la Cultura y planteó que sumar una banca más en el Concejo es una manera de profundizar un modelo basado en la participación y la escucha real al vecino. “Queremos que el Consejo deje de ser una escribanía. Queremos construir algo nuevo, diferente, colectivo, desde abajo, con proyectos reales”, afirmó.
Al cierre, pidió a la ciudadanía que no se quede indiferente: “Lo que no puede pasar es que nadie quede al margen. Nos pasan por arriba. Hay que comprometerse desde donde se pueda, en el club, en la iglesia, en el barrio, pero hacer algo. Porque si no, los que siempre perdemos, seguimos perdiendo”.
Este domingo, los vecinos y vecinas de Pueblo Esther se encontrarán con tres boletas. En la de color amarillo, con un solcito al lado y el apellido difícil de escribir pero fácil de reconocer, estará Juan Carlos Singereisky, proponiendo, desde la salud y la militancia, una ciudad más viva, más justa y más saludable para todos.
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