En diálogo con la columna de salud del Dr. Juan Carlos Singereisky en FM 102.3 de Pueblo Esther, el exsecretario de Salud de Rosario y actual concejal Leonardo Caruana habló sobre el rol de los equipos de salud, la crisis del sistema sanitario, la necesidad de participación comunitaria y su experiencia en el Concejo Municipal. Una charla extensa, crítica y profundamente humana sobre cómo pensar la salud más allá del consultorio.
En una nueva emisión de la columna semanal de salud del Dr. Juan Carlos Singereisky, emitida por FM 102.3 de Pueblo Esther, el médico generalista y actual concejal rosarino Leonardo Caruana compartió una profunda reflexión sobre el sistema de salud, sus desafíos estructurales y la necesidad urgente de una discusión política colectiva sobre el derecho a la atención digna.
Caruana —que fue secretario de Salud de Rosario durante varias gestiones y atravesó el desafío de la pandemia desde la gestión pública— remarcó que la crisis del sistema no comenzó con el COVID-19, sino que ya existía, y que la pandemia no hizo más que visibilizarla y profundizarla. “La pandemia implosionó todo lo que ya venía deteriorado. Fue una coyuntura crítica, en términos de Susana Belmartino, donde se dislocaron las prácticas, se trastocó lo que conocíamos como organización del sistema, y sin embargo no se usó esa oportunidad para abrir una verdadera discusión estratégica”, lamentó.
Caruana señaló que uno de los principales problemas es que la salud sigue siendo vista como un asunto exclusivo del ámbito médico o gubernamental, y no como una responsabilidad compartida. “Mientras sigamos creyendo que la salud es cosa de médicos y que la solución debe surgir desde adentro del sistema, vamos a seguir encerrados en un modelo fragmentado”, advirtió. En cambio, propuso recuperar la conversación, el encuentro entre vecinos, organizaciones e instituciones barriales, donde se debata de manera amplia y democrática qué tipo de salud queremos.
“Nos robaron la conversación y nos la cambiaron por el tuit viral o la agresión. Hay que contraponerle a eso la escucha, el encuentro colectivo. El modelo de salud debe discutirse con la comunidad, no desde una torre de marfil”, planteó el exfuncionario, retomando el pensamiento de referentes como Mario Testa y Débora Ferrandini.
En ese sentido, valoró las iniciativas como las que se impulsan desde espacios comunitarios como la Casa de la Cultura de Pueblo Esther, donde además de campañas de salud se promueve la participación política y el compromiso con los problemas locales. “Lo público no es solo lo que decide un gobierno. Es también todo lo que se genera desde la sociedad civil, desde abajo. Eso hay que potenciarlo, amplificarlo”, afirmó.
Consultado sobre su paso del Ejecutivo municipal al rol legislativo como concejal, Caruana reconoció que no fue un proceso sencillo. “Pasar del hacer cotidiano de la gestión a un espacio deliberativo como el Concejo implicó un desafío personal y político. Pero lo asumimos convencidos de que desde ese lugar también se puede incidir en las políticas públicas, si uno no se encierra en una oficina y sale a caminar los barrios”, aseguró.
Sin embargo, no dudó en denunciar el deterioro de los servicios de salud en Rosario y el impacto que esto tiene sobre trabajadores y pacientes. “La retirada del Estado nacional, sumada al poco condicionamiento del gobierno provincial, hace que el municipio termine haciéndose cargo de funciones que no le corresponden. No hay nada que festejar si una ciudad tiene que comprar medicamentos oncológicos porque la Nación no los provee. Eso refleja un sistema desfinanciado y fragmentado”, denunció.
En su mirada, el silencio de los gobiernos respecto a un proyecto integral de salud es una señal preocupante. “No hay debate sobre el modelo de atención, sobre qué sistema de salud queremos construir. Solo vemos parches, listas de espera, y una ausencia total de conducción política. Ni en el Congreso ni en las campañas electorales aparece la salud como eje. Y cuando aparece, es para hablar de vouchers, seguros o privatización”, advirtió.
Para Caruana, defender un sistema de salud universal e integrado implica no solo resistir a las propuestas neoliberales, sino también proponer alternativas. “No se trata solo de decir ‘no’ a los vouchers. Se trata de animarse a discutir un sistema único de salud, como lo tienen otros países, donde el Estado no sea un administrador de intereses sino un garante del derecho. Un Estado que regule, que equilibre, que conduzca”, afirmó.
También habló del impacto del ajuste sobre los sectores más vulnerables. “El trabajador que tiene que hacer tres laburos para llegar a fin de mes, el jubilado que no puede pagar un medicamento, la persona con discapacidad que queda afuera por una auditoría: todo eso es salud. Y si no lo vemos así, estamos en problemas”, enfatizó.
Sobre el final, se refirió a la frustración que generó en su espacio político quedar fuera de la reforma constitucional santafesina. “Fue un proceso muy apresurado, sin campaña de información ni debate público real. Se trató la reforma como una elección más, y eso fue un error grave. Reformar la constitución es algo que va a marcar generaciones y se lo trató con liviandad”, opinó.
A pesar del contexto adverso, Caruana se mostró esperanzado. “Vamos a seguir planteando estas discusiones desde todos los lugares que podamos, porque creemos que vale la pena. La salud, como decía Débora Ferrandini, no es solo la ausencia de enfermedad: es la lucha individual y colectiva contra todo lo que limita la vida”, cerró.
Una entrevista que, lejos de recetas rápidas, invita a pensar la salud desde una perspectiva política, ética y humana, donde lo colectivo, lo comunitario y lo territorial son parte de la cura. Porque, como se dijo al aire, la salud no es un negocio, es un derecho. Y como todo derecho, hay que defenderlo entre todos.
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