El próximo sábado 21 de junio, el Polideportivo Municipal de Pueblo Esther será escenario de una jornada abierta, gratuita y diversa que celebra la práctica del yoga como camino hacia el bienestar físico, emocional y colectivo. Charlamos con Franca Piedrabuena y Matías Ordóñez, dos de los impulsores de esta propuesta que une movimiento, conciencia y comunidad.
El yoga, una práctica milenaria nacida en Oriente, cobra cada vez más fuerza en los entornos urbanos y cotidianos de Occidente. No solo como disciplina física, sino como una filosofía de vida que apunta a la unidad del cuerpo, la mente y el espíritu. Y este sábado, esa propuesta tomará forma concreta en el Polideportivo de Pueblo Esther, con una jornada gratuita de 10 a 15 horas en el marco del Día Internacional del Yoga, bajo el lema “Yoga por una Tierra, una Salud”.
Franca Piedrabuena y Matías Ordóñez, dos de los docentes que organizan la actividad junto a otros instructores e instructoras locales, contaron cómo surgió esta celebración, qué se podrá vivir durante la jornada y por qué el yoga está lejos de ser una moda o una actividad elitista, y más cerca de ser una herramienta de transformación individual y social.
“La idea surgió de juntarnos como profes, con ganas de hacer algo en comunidad”, contó Franca, quien da clases en el espacio Yasi. “Nos fuimos sumando de distintas escuelas y metodologías, y armamos una jornada diversa, con propuestas para todas las edades: yoga para infancias, para personas gestantes, para tercera edad, yoga de la risa, meditación, biodanza y también una feria de artesanos y una expo holística con productos y terapias complementarias”.
A eso se suma un buffet y una propuesta solidaria: si bien la entrada es libre y gratuita, se invita a quienes asistan a colaborar con un alimento no perecedero que será destinado a instituciones de la ciudad.
Un yoga para todos
“Una de las cosas más lindas del yoga es que es para todos y todas. No importa la edad, el cuerpo, la historia que tengas. Siempre hay una práctica que se adapta a vos”, afirmó Matías. “El yoga no es solo elongación o posturas, es encontrarte con vos mismo. Con tu respiración, con tu presente. Y desde ahí, desde esa escucha, podés empezar a transformar lo que vivís”.
Tanto Franca como Matías coinciden en que el yoga no se limita a la hora de práctica sobre el mat. “No es que venís a la clase y después te olvidás”, dijo Franca. “Te llevás herramientas para la vida. Para manejar la ansiedad, para calmar la mente, para mejorar tu descanso, para transitar mejor las emociones. En mi caso personal, llegué al yoga en un momento de mucha tristeza. Me negaba a practicar. Pero fui, me senté, escuché ‘inhalo, exhalo’… y algo hizo clic. Ahí empezó mi camino”.
Matías también remarcó el valor del yoga como un espacio de encuentro colectivo: “A veces se piensa que el yoga es alejarse del mundo, de lo social, de lo político. Pero es todo lo contrario: es habitarlo con más conciencia. Yo soy locutor, y practico para estar más presente en lo que hago, para tener más alegría, más energía. El yoga no te lleva a una montaña en la India, te lleva a tu vida real”.
Meditación, movimiento y comunidad
Durante la jornada también habrá instancias de meditación. “Muchas veces pensamos que meditar es quedarse con la mente en blanco, y como eso no pasa, creemos que no sirve. Pero meditar es estar presente. Cocinar, caminar, respirar conscientemente puede ser meditar. Y cada práctica de yoga, en ese sentido, tiene algo de eso: de parar, de sentir, de estar”, explicó Franca.
La feria holística y el espacio de charlas también serán parte de la experiencia, que busca integrar saberes y generar comunidad. “Queremos que se acerque quien quiera, aunque no haya practicado nunca. No hace falta saber nada. Solo venir con ropa cómoda, con ganas. La idea es que cada uno pueda explorar, preguntar, encontrar su ritmo”, destacaron los organizadores.
También subrayaron el valor del karma yoga, una de las ramas filosóficas del yoga que se basa en la acción desinteresada. “Cuando invitamos a donar un alimento, lo hacemos no solo desde lo solidario, sino como práctica espiritual: pensar en el otro, salir del ego, mirar a quien tenemos al lado. Eso también es yoga”, sostuvo Matías.
Una práctica transformadora
Tanto Franca como Matías insisten en que el yoga no busca cuerpos hegemónicos ni logros espectaculares. “No se trata de llegar con los pies detrás de la cabeza. Se trata de cómo te sentís, de cómo vivís tu cuerpo y tus emociones. El yoga te ayuda a aceptarte, a conectar con tu poder interno, a ser más paciente, más amable, más auténtico”, contó Franca.
“La práctica te invita a hacerte cargo de vos, de tu cuerpo, de tu bienestar, pero también a construir un vínculo más saludable con los otros y con la tierra. Por eso este lema, ‘Yoga para una Tierra, una Salud’. No hay salud individual sin salud comunitaria y sin salud planetaria”, añadió Matías.
La invitación está hecha. Este sábado, de 10 a 15 horas, el Polideportivo Municipal de Pueblo Esther se convertirá en un gran espacio de encuentro, movimiento, introspección y alegría. “Te podés acercar en cualquier momento, no hace falta estar desde el comienzo, pero si podés venir desde las 10, mejor, porque el evento está pensado como un recorrido, como un todo”, concluyeron.
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