Un operativo policial en la localidad de Alvear terminó con un efectivo herido tras ser recibido a tiros. El hombre detenido es investigado por su presunto rol en una red que abastecía con armas al mercado negro, con vínculos con el narcotráfico rosarino.
Este miércoles se conocieron nuevos detalles del allanamiento que se realizó en un domicilio de la localidad de Alvear, donde un efectivo del Grupo Táctico Multipropósito (GTM) de Rosario resultó herido por el roce de una bala. El hecho ocurrió en una vivienda ubicada a la altura del kilómetro 285 de la ruta provincial 21, donde los agentes fueron recibidos a tiros al intentar irrumpir.
El procedimiento fue ordenado por el fiscal Gastón Ávila, del Ministerio Público de la Acusación, en el marco de una investigación por tráfico ilegal de armas. El detenido, identificado como Javier Orlando S., de 40 años, es señalado por la Justicia como posible intermediario en una estructura delictiva que abastecería con armamento al mercado negro, presuntamente vinculado a organizaciones narcocriminales.
Durante el ingreso a la vivienda, los agentes del GTM fueron recibidos con disparos. Un suboficial sufrió una herida superficial cerca de la rodilla derecha y fue asistido por personal del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (SIES). Según fuentes oficiales, Javier S. habría utilizado a su pareja y a su hija menor como escudos humanos antes de ser reducido y detenido.
En el lugar se secuestró una pistola Bersa TPR calibre 9 milímetros —que habría sido utilizada en el ataque contra el uniformado—, un fusil cuya documentación está siendo analizada por la Justicia y, a Pablo S., hermano del detenido, se le incautó una escopeta tras intentar ingresar al lugar durante el procedimiento.
Según información relevada por el portal Infobae, la Justicia investiga si Javier S. adquirió al menos 11 armas de fuego de forma legal en una armería de la zona sur de Rosario, para luego revenderlas de manera ilegal. Entre esas armas, se presume que ocho eran pistolas calibre 9 milímetros, ninguna de las cuales fue encontrada durante el allanamiento.
Esta línea de investigación se enmarca en una causa más amplia que data de diciembre pasado, cuando los fiscales Ávila y Carla Cerliani imputaron a ocho personas por integrar una organización dedicada a la compra y reventa de armas a través de maniobras fraudulentas. La organización operaba desde la armería Bordoni, ubicada en bulevar Seguí al 1700 de Rosario, e incluía a sus responsables, un instructor de tiro, un psiquiatra y un gestor.
Según los investigadores, la red captaba personas vulnerables para simular que eran legítimos usuarios de armas de fuego. Estas personas, presentadas como “testaferros”, recibían capacitación simulada y certificados de salud mental adulterados, con el fin de cumplir los requisitos legales para adquirir armamento, que luego era revendido.
Algunas de esas armas, según la causa, habrían terminado en manos de miembros de la banda liderada por Uriel Luciano “Lucho” Cantero, hijo del fallecido Claudio “Pájaro” Cantero, jefe histórico de la organización narcocriminal “Los Monos”.
Javier S. permanece detenido y a disposición de la Justicia, mientras se profundiza la investigación para determinar su rol dentro de la posible red de tráfico de armas. La causa sigue su curso con nuevos allanamientos y peritajes que podrían arrojar más pruebas sobre el vínculo entre la venta legal de armas, su desvío al mercado negro y las organizaciones delictivas que operan en la región.
Fuente: Infobae