El convencional constituyente Daniel Machado, representante de Villa Gobernador Gálvez por la fuerza Somos Vida, brindó una extensa entrevista en la que abordó con seriedad y preocupación el proceso de reforma parcial de la Constitución santafesina. Cuestionó el apuro del Ejecutivo provincial, alertó sobre el avance en la concentración de poder y llamó a una discusión profunda y participativa sobre las autonomías municipales y los derechos ciudadanos.
En el marco del histórico proceso de reforma parcial de la Constitución de la provincia de Santa Fe, el convencional constituyente Daniel Machado —oriundo de Villa Gobernador Gálvez e integrante de la fuerza Somos Vida— brindó una entrevista en la que expuso con detalle su mirada crítica sobre el contexto, las prioridades del oficialismo, y los desafíos de una transformación institucional que considera necesaria, pero mal encarada.
Daniel Machado comenzó recordando que su espacio no aprobó inicialmente el proyecto de ley que habilitó esta reforma. “El oficialismo apuró la sanción de esta reforma en una sesión extraordinaria, después de concluido el año legislativo. Entendíamos que había otras urgencias en la provincia antes de encarar una modificación parcial de la Constitución”, afirmó. Y subrayó que, si bien la actual Carta Magna data de 1962 y se reformarán 42 artículos, “seguía siendo una herramienta vigente para garantizar derechos y funcionamiento institucional”.
Entre los objetivos que el convencional considera prioritarios para el gobernador Maximiliano Pullaro figura la habilitación de la reelección, la reconfiguración del Ministerio Público de la Acusación (MPA) con autonomía del Poder Judicial, y —centralmente— la consagración constitucional de la autonomía municipal. Para el convencional, esta última responde más a intereses político-electorales que a una estrategia de desarrollo territorial. “Al gobernador le interesan las autonomías de Rosario y Santa Fe, porque concentran votos y poder. El resto de los municipios y comunas del interior no podrían sostenerse con sus propios recursos”, argumentó.
Desde su experiencia como expresidente del Concejo Municipal de Villa Gobernador Gálvez, Gabriel Machado explicó que “la autonomía implica dejar de depender de la coparticipación provincial y manejarse con recursos propios. Eso hoy es inviable para la mayoría de las ciudades, porque la recaudación es muy desigual”. En ese sentido, propuso como alternativa redistribuir parte del ingreso bruto que las empresas tributan a la provincia, para que quede en los municipios donde operan.
La discusión sobre la autonomía se da en la comisión de “Intereses y Gobiernos Locales”, de la cual forma parte, y donde se plantean interrogantes centrales: ¿será obligatoria u optativa la autonomía? ¿Habrá un piso mínimo poblacional para acceder a ella? ¿Cómo se compatibilizará con el actual régimen de coparticipación? Para el convencional, estas preguntas aún no tienen respuestas claras, lo que genera incertidumbre y desconfianza entre intendentes y presidentes comunales, especialmente en ciudades pequeñas o recientemente constituidas como Alvear.
Daniel Machado también expresó su preocupación por el modo en que se encaró el proceso constituyente, con escasa difusión y participación ciudadana. “La gente no sabe qué estamos reformando. Me paran en la calle y me preguntan qué hace un convencional. No hubo una verdadera campaña de información pública, y se votó a los constituyentes en simultáneo con las primarias provinciales, sin que se explicara a fondo de qué se trataba”, denunció.

Asimismo, criticó el breve plazo estipulado por ley para que la Convención lleve adelante su tarea: apenas 40 días, prorrogables por 20 más. “Eso es una convención express. No da tiempo a una discusión seria. Por ejemplo, en la audiencia pública que se hará en Rosario hay 170 oradores inscriptos, con solo tres minutos por persona. Es imposible tratar temas tan importantes de esa forma. Estamos haciendo un circo con algo que debería ser histórico y participativo”, sostuvo.
Consultado sobre la posibilidad de una reelección del gobernador Pullaro, Daniel Machado fue enfático: “Nosotros como fuerza política estamos de acuerdo con habilitar la reelección, pero no para el actual gobernador. Juró bajo una Constitución que no lo permitía. Reformar ahora para su beneficio directo es inaceptable. Cualquier cambio en ese sentido debería regir para el próximo mandato”.
La entrevista también abordó temas de fondo, como el federalismo, la distribución territorial del poder y la posibilidad de avanzar hacia una regionalización más justa. En ese sentido, Machado retomó un viejo proyecto que promovía la creación de un nuevo departamento —“Los Arroyos”— entre los arroyos Saladillo y Pavón, que agruparía localidades del sur provincial (exceptuando Rosario) con el objetivo de fortalecerlas política y económicamente. “Hoy seguimos dependiendo del buen o mal humor del gobernador para recibir recursos. Las políticas públicas deben pensarse en clave regional, porque los problemas del área metropolitana son comunes: hábitat, transporte, servicios, seguridad”, explicó.
La falta de una ley provincial de transporte es otro de los puntos que espera debatir a fondo en el proceso constituyente. “Actualmente nos regimos por normativas nacionales. Esto genera abusos por parte de las empresas prestatarias, que no cumplen los recorridos ni los horarios. Si avanzamos hacia la autonomía, cada ciudad debería asumir la gestión y regulación de su transporte público”.
Finalmente, el convencional valoró el trabajo de las comisiones que están analizando nuevos derechos y garantías para los ciudadanos, especialmente en relación con la libertad de culto, la protección de datos personales y los desafíos que plantea la era digital. “Hay esfuerzos sinceros dentro de la Convención, pero el contexto y las condiciones de trabajo no están a la altura del momento histórico. Esta reforma podría haber sido un hito democrático, pero el apuro y la falta de voluntad del gobierno provincial para abrir el debate lo empañan”, concluyó.
En medio de un contexto nacional marcado por la concentración de decisiones en el Ejecutivo y la delegitimación del Congreso, Daniel Machado considera que abrir el debate constitucional es una oportunidad única para fortalecer las instituciones, actualizar derechos y descentralizar el poder. Pero advierte: “Sin tiempo, sin información y sin participación, corremos el riesgo de convertir una instancia histórica en una anécdota burocrática”.
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